México, en busca de oxígeno rumbo a la Copa América, se mide con el exigente Brasil
La selección de México tendrá este sábado un duelo de preparación contra Brasil que, como nunca, es muy importante para el futuro del proceso de Jaime Lozano en el Tricolor
México tendrá este sábado un duelo de preparación rumbo a la Copa América contra Brasil, tan importante como nunca en el proceso de Jaime Lozano en el Tricolor, en los momentos en que la crisis parece ahogar al joven técnico del equipo nacional después de la estrepitosa derrota del miércoles pasado con Uruguay 0-4, que puso en duda su capacidad y recursos tácticos.
Por esa razón, todos los antecedentes entre ambas selecciones que favorece a Brasil con 24 victorias por diez de México en los 42 encuentros que han disputado a lo largo de la historia salen sobrando, ya que el interés de los aficionados mexicanos estará en como pueda el Tricolor enfrentar a un equipo muy superior en nombres y en prestigio internacional.
Es cierto que México tiene algunas grandes epopeyas sobre Brasil, sobre todo a partir del año 2000, cuando ha logrado imponerse en las Copas América de Colombia 2001 por la mínima diferencia con gol de Jared Borgetti y ni decir el 2-0 del 2007 en Venezuela con goles de Nery Castillo y Juan Carlos Cacho. Como también el 2-1 en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando con dos goles de Oribe Peralta se impuso 2-1 al Scracht Du Oro.
Sin duda, el historial de encuentros entre ambas selecciones a partir de 1950, cuando se vieron por primera ocasión favorece a los sudamericanos con victorias como la de ese mundial celebrado en tierras brasileñas con un 4-0 y que replicaron en Suiza 1954 y Chile 1962 con marcadores de 5-0 y 2-0, respectivamente.
Después de esas épocas en donde era impensable que el cuadro azteca pudiera faltarle al respeto a los brasileños, se dieron victorias como en 1968, cuando el cuadro mexicano logró doblegar en dos ocasiones con marcador de 2-1.
Dentro de este historial también se han presentado marcadores como el 5-0 de Brasil en amistoso en Estados Unidos en 1992 y las victorias mexicanas en la Copa Confederaciones de 1999 en suelo mexicano 4-3 y en Alemania 2005 con marcador de 1-0.
La realidad es que México ha enfrentado siempre con gallardía y actitud los juegos contra Brasil, tal como lo hizo en el Mundial 2014, también en suelo amazónico, con un empate 0-0 en una épica tarde de Guillermo Ochoa que detuvo toda la metralla de los brasileños.
Lo cierto, es que todos esos antecedentes saldrán sobrando en el duelo de este sábado en suelo texano, que será un examen para ambas selecciones para la Copa América 2024, pero sobre todo para el equipo mexicano que de nueva cuenta está inmerso en una crisis en su cuerpo técnico sobre el cual pesan un sinfín de dudas y las versiones de posibles cambios en caso de una derrota.
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