El Cártel del Golfo podría desaparecer por la guerra entre sus propias células armadas

La guerra interna que mantienen Los Metros y Los Escorpiones por el control de Tamaulipas, podría derivar en la extinción del Cártel del Golfo

Cártel del Golfo

El Cártel del Golfo sembró terror y violencia por gran parte de México. Crédito: Dario Lopez-Mills | AP

El Cártel del Golfo llegó a ser una de las organizaciones criminales más peligrosas y sanguinarias de México. En el pasado, bajo el liderazgo de Osiel Cárdenas Guillén, surgió el grupo de Los Zetas como uno de sus brazos armados, y que posteriormente serían los protagonistas de innumerables masacres por todo el territorio mexicano.

Sin embargo, todo eso quedó en el pasado y, en la actualidad, el cártel que tiene amplia presencia en el estado de Tamaulipas, sufre una crisis al interior de su estructura que podría derivar en su extinción.

Así lo revela la guerra entre dos de sus células armadas, las cuales, pese a pertenecer a la misma organización criminal, mantienen una rivalidad por el control de los territorios.

Nos referimos a las facciones de Los Metros y Los Escorpiones, quienes se pelean el control de los municipios de Reynosa, Matamoros, Río Bravo y San Fernando, Tamaulipas.

Esta guerra interna ha dejado innumerables muertes, secuestros y desapariciones, tal como ocurrió recientemente en el municipio de Río Bravo, en donde apareció un cuerpo desmembrado junto a una cartulina firmada por “Operativa Metros”, en la que se amenaza a todo aquel que brinde apoyo a Los Escorpiones.

Los inicios de esta guerra

Además de la pelea por el territorio, Los Escorpiones señalaron a Los Metros y a uno de sus líderes, identificado como César Morfín, alias “El Primito”, de gestar una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para permitir su entrada a Tamaulipas.

Esta aparente traición ocurrió en 2019 y, desde entonces, la guerra entre ambas facciones del Cártel del Golfo se recrudeció.

Lo cierto es que, desde la caída de Osiel Cárdenas Guillén y la muerte de su hermano Antonio Ezequiel, otro de sus hermanos, Mario, fue perdiendo el control del cártel, hasta que fue arrestado y extraditado a Estados Unidos.

De esta manera, la organización criminal quedó en el limbo y, en la actualidad, no es más que el nombre de un cártel que en el pasado sembró terror y violencia por gran parte de México.

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