Ronda Política: Decepciona selección del jefe del LAPD

De entre los tres candidatos finalistas a dirigir el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), un latino, el exjefe Robert “Bobby” Arcos; una afroamericana, la subjefa Emada Tingirides; y el exsheriff del Jim McDonell, la alcaldesa Karen Bass se decidió por éste último.

Los tres estaban ampliamente calificados para dirigir el LAPD; pero por qué Bass dejó pasar la oportunidad de hacer historia nombrando al primer latino o a la primera mujer como jefe o jefa del LAPD. 

El único pero que tenía Tingirides, es que apoyó a Rick Caruso, el oponente de Bass en la campaña para alcalde, lo cual siempre se mencionó como que podía operar en su contra.

Pero por qué no le quiso dar la oportunidad a un latino como el jefe Arcos, cuando tiene excelentes calificaciones para desempeñar con éxito el cargo. Por qué no tomó en cuenta que más la mitad de la población de Los Ángeles y de los policías son latinos.

Los latinos han estado subrepresentados en las posiciones gerenciales municipales; tampoco hemos visto que en su equipo, la alcaldesa Bass haya nombrado en posiciones importantes a ningún latino. Por lo tanto, hay un desbalance preocupante.

Las caras de los funcionarios de alto rango no se parecen a la población mayoritariamente latina de la ciudad de Los Ángeles. 

No queda duda que el exsheriff McDonnell, quien por cierto fue depuesto del cargo por Alex Villanueva, es un hombre muy capaz, un caballero, quien tiene todas las cualidades para dirigir al LAPD, donde comenzó su carrera.

Sin embargo, eso no se discute. Por qué se le regatea tanto a la comunidad latina lo que le corresponde. Da la impresión de que ya todo estaba planchado para que el exsheriff McDonnell fuera el elegido, y que el proceso de selección fue solo un teatro. De los tres, al que la alcaldesa Bass realmente conocía era al exsheriff McDonnell, y eso hizo toda la diferencia.

Así que una vez más a la comunidad latina la dejan colgada de la brocha sin la representación que se merece.

Hace unos días, el diario LA Times tuvo acceso a un documento confidencial en el que el fiscal de California, Rob Bonta presiona al Concejo de Los Ángeles para forzarlo a diseñar nuevos límites para sus 15 distritos y tenerlos listos para las primarias del 2026. 

Pero además, Bonta les dice a los concejales que los mapas aprobados en el 2021, no proveen suficiente representación de los latinos en ciertas partes de la ciudad de Los Ángeles, particularmente en los distritos como el 1 cuya concejal es Eunisses Hernández; y el 14, donde está Kevin de León.

Básicamente – dice – que esos distritos no tienen el número suficiente de votantes latinos para asegurar que los latinos cuenten con la oportunidad de elegir a los candidatos de su preferencia.

También discutió la posibilidad de crear un tercer distrito latino en el Valle de San Fernando, que tenga una alta concentración de votantes latinos.

Las demandas del fiscal estatal levantan la duda de si el Concejo pudo hacer más para fortalecer el poder latino en el 2021 cuando aprobaron los mapas.

Estas revelaciones son en verdad alarmantes, ya que solo cinco de los 15 asientos del Concejo están en manos de los latinos, cuando somos más de la mitad de la población.

Y se acuerdan del escándalo de 2022 por el audio grabado clandestina e ilegalmente en 2021 en el que se hicieron comentarios racistas, y en el que De León, Nury Martinez y Gil Cedillo hablaban de cómo rehacer los mapas para fortalecer el poder político latino.

Esto dio como resultado que se les acusara de querer socavar el voto afroamericano, cuando peleaban por algo que siempre se les ha negado a los latinos, una representación proporcional para los latinos, sin que eso signifique debilitar la influencia de ningún otro grupo.

En suma, la designación del exsheriff McDonnell junto al documento del fiscal Bonta dejan en claro que los latinos deberán seguir peleando por la representación política que con toda justicia les corresponde.

Si la heredera de la lucha de Martin Luther King, que se presenta como progresista, deja de lado a una afroamericana y a un latino para ser jefe del LAPD, qué podemos esperar de autoridades que claramente no se identifican con darle a todas las comunidades la representación que se merecen.

Y aún más: si la moral de los oficiales del LAPD, ya estaba baja, dicho incluso por la propia alcaldesa Bass, con el nombramiento de McDonnell, terminará por desplomarse.