Estudio vincula el consumo prenatal de cannabis con la agresividad infantil

La exposición prenatal al cannabis afecta habilidades cruciales en niños como el control de impulsos y la atención, impactando su desarrollo social y académico

Consumo de cannabis durante el embarazo afecta a la placenta: estudio

Crédito: Valmedia | Shutterstock

Un reciente estudio publicado en JAMA Pediatrics alerta sobre los efectos adversos del consumo de cannabis durante el embarazo, revelando cómo la exposición prenatal puede perjudicar el desarrollo conductual y cognitivo en niños.

La investigación, realizada por el Nationwide Children’s Hospital, destaca que los niños expuestos al cannabis en el útero presentan dificultades en áreas como el control de impulsos, la atención y la gestión de emociones, aspectos fundamentales para un adecuado rendimiento académico y social en la niñez.

El equipo de investigación, dirigido por la Dra. Sarah Keim, especialista en salud bioconductual, observó una variedad de comportamientos en niños en edad preescolar cuyas madres habían consumido cannabis durante el embarazo.

Los resultados arrojaron que los pequeños presentaban deficiencias significativas en el control de sus impulsos, mostraban mayor agresividad y tenían problemas para mantener la atención en actividades, condiciones que pueden afectar su rendimiento en la escuela y en la vida social.

Según Keim, el estudio se suma a una serie de investigaciones previas que ya habían documentado riesgos similares. Sin embargo, uno de los aspectos distintivos de esta investigación es que las conclusiones provienen de una muestra más amplia y diversa, recogida en una época en que la potencia del cannabis es considerablemente más alta que hace unas décadas.

“A pesar de ser un producto natural, el consumo de cannabis en el embarazo entraña múltiples riesgos”, explicó la Dra. Keim. “Muchas mujeres lo usan para controlar síntomas como náuseas, insomnio o ansiedad; sin embargo, es esencial buscar alternativas seguras mediante consulta médica”.

Los métodos de investigación utilizados fueron exhaustivos, con evaluaciones que incluyeron reportes de los padres sobre el comportamiento de sus hijos y observaciones en entornos controlados.

Los investigadores estudiaron cómo los niños manejaban situaciones que requerían atención y resolución de problemas, identificando una clara tendencia en aquellos expuestos al cannabis hacia comportamientos impulsivos y agresivos, además de problemas de concentración y planificación.

Este tipo de efectos podría deberse, en parte, al aumento de la potencia del cannabis en las últimas décadas. Según Keim, este cambio en la composición de la planta podría estar agravando los riesgos para el desarrollo fetal.

“Nuestra investigación confirma lo que estudios anteriores ya habían señalado y amplía el conocimiento que tenemos en esta área crítica”, añadió Keim. “Estos hallazgos respaldan las recomendaciones de evitar el cannabis durante el embarazo”.

Las principales organizaciones de salud infantil, como la Academia Estadounidense de Pediatría y el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, también respaldan estas conclusiones, desaconsejando el consumo de cannabis en embarazadas.

Desarrollo neurológico del feto

Ambos organismos advierten que, aunque el uso de cannabis es cada vez más común y socialmente aceptado, las mujeres en etapa de gestación deben extremar precauciones, ya que el cannabis puede alterar el desarrollo neurológico del feto.

Uno de los factores que ha llevado a esta situación es la creciente legalización del cannabis en muchos estados, que ha incrementado tanto su accesibilidad como sus múltiples formas de consumo. Hoy en día, el mercado ofrece cannabis en presentaciones que van desde flores secas hasta aceites y productos comestibles, y los consumidores tienen al alcance un amplio espectro de opciones.

Sin embargo, los expertos advierten que esta accesibilidad puede incrementar su consumo entre las embarazadas, quienes en muchos casos lo consideran seguro por su origen natural.

No obstante, como enfatiza la Dra. Keim, ser un producto natural no elimina los riesgos potenciales. “Es fundamental que las mujeres consulten a sus proveedores de atención médica para encontrar soluciones más seguras”, dijo. Estas alternativas pueden incluir intervenciones no farmacológicas como técnicas de relajación o cambios en la dieta para el manejo de síntomas de náuseas y ansiedad, que son comunes durante la gestación.

El estudio del Nationwide Children’s Hospital contribuye a una creciente evidencia científica que documenta los efectos del cannabis en la primera infancia. Los investigadores subrayan la importancia de difundir esta información para que los futuros padres estén plenamente informados sobre los riesgos que puede acarrear el consumo de cannabis durante el embarazo.

Esperan que el estudio inspire futuras políticas públicas y campañas de salud que eduquen sobre los peligros potenciales del cannabis prenatal para el desarrollo infantil. Los hallazgos del estudio no solo confirman la preocupación de los expertos, sino que también reflejan la importancia de seguir explorando los efectos del cannabis en diversas etapas del desarrollo humano.

Con una base de datos más amplia y actualizada, esta investigación pone de relieve la necesidad de educación y precaución en torno al consumo de cannabis durante el embarazo.

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