Un Rolls-Royce inspirado en el villano más famoso de 007
Rolls-Royce ha creado un modelo inspirado en el icónico villano de James Bond, Goldfinger. Este Phantom tiene detalles lujosos y guiños a la película de 007
En el mundo del lujo automovilístico, la personalización es el pináculo de la exclusividad. Y Rolls-Royce lo sabe muy bien. Este fabricante británico ha decidido rendir homenaje a un villano legendario del cine: Auric Goldfinger, el antagonista de la saga de James Bond.
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Pero este homenaje no es cualquiera; se trata de un coche único, un “one-off” que ha sido diseñado específicamente para capturar la esencia de uno de los personajes más emblemáticos de la gran pantalla.
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Si alguna vez te has preguntado cómo sería tener un vehículo digno de un supervillano, el Phantom Goldfinger es la respuesta.
Rolls-Royce ha tomado su modelo Phantom Extended, una de las cumbres de su ingeniería y lujo, y lo ha convertido en una obra maestra inspirada en el clásico Phantom III Sedanca de Ville de 1937, conducido por Goldfinger en la película de 1964.
Este auto no solo es una máquina de lujo, sino también un tributo al cine y a los detalles que convirtieron a Goldfinger en un villano memorable.
El proyecto es aún más significativo porque coincide con el 60 aniversario de la película, lo que le otorga un aura nostálgica que cautiva a coleccionistas y fanáticos del cine por igual.
Un coche hecho para los amantes del detalle
Cada aspecto del Phantom Goldfinger está meticulosamente diseñado para evocar la esencia del villano de 007. El coche luce un acabado bitono en negro y amarillo, una clara referencia al Phantom III de Goldfinger.
Pero lo más impresionante es que Rolls-Royce ha utilizado exactamente el mismo tono de pintura que el original, haciendo que este vehículo se sienta como una auténtica pieza de historia rodante.
Las llantas del coche son otro guiño al modelo de los años 30, con tapacubos flotantes idénticos a los del Phantom III. Pero el verdadero lujo está en el interior, donde cada rincón del coche está impregnado de detalles cinematográficos y de oro.
El dorado, símbolo por excelencia de la opulencia de Goldfinger, está presente en todos lados: desde las bases de los asientos hasta la guantera, donde un modelo de bloque Speedform de oro macizo de 18 quilates se convierte en el protagonista.
Y si eso no fuera suficiente, un palo de golf dorado se encuentra cuidadosamente enganchado en la tapa del maletero. Este objeto no es un mero adorno; es una referencia directa a la película, donde Goldfinger desafía a James Bond en una partida de golf memorable.
Todo, desde las bandejas plegables hechas en madera de nogal con incrustaciones de oro, hasta un mapa del Fort Knox en la consola trasera, transporta al conductor a las intrigas de la película.
Tecnología y lujo con un toque cinematográfico
Pero este Phantom Goldfinger no se limita a homenajes visuales. En la galería del coche, Rolls-Royce ha recreado en 3D, a mano, el famoso Paso de Furka, una localización clave de la persecución entre Bond y Goldfinger.
El nivel de detalle es tan extraordinario que esta obra de arte necesitó un año completo de desarrollo para ser finalizada. Como no podría ser de otra manera, el techo del coche incluye un “cielo de estrellas”, una característica icónica de Rolls-Royce, pero esta vez está ajustado para replicar la constelación exacta visible desde el Paso de Furka el 11 de julio de 1964, el último día de rodaje en Suiza.
Uno de los elementos más simbólicos del coche es el reloj en el salpicadero, que está inspirado en la icónica secuencia de apertura de las películas de James Bond: el famoso “cañón de pistola”.
Este detalle añade una capa más de conexión con la saga de 007, integrando sutilmente el legado cinematográfico en la experiencia de conducción.
Un lujo exclusivo para los verdaderos aficionados
El precio de este exclusivo Phantom Goldfinger aún no ha sido revelado, pero, como es de esperar, será astronómico.
Rolls-Royce ha creado este coche para un selecto grupo de personas que buscan algo más que un simple medio de transporte: quieren una pieza de historia, una obra de arte en movimiento que encapsula lujo, poder y un guiño irónico a la villanía cinematográfica.
Este coche no es solo un homenaje a la película “Goldfinger” o a su protagonista, sino también un testimonio de lo que es posible cuando la ingeniería y la creatividad se unen en un objetivo: crear algo verdaderamente único.
Si bien Aston Martin ha presentado ediciones especiales inspiradas en James Bond, como el reciente DB12, Rolls-Royce ha decidido hacer algo diferente al centrarse en el otro lado de la moneda: el del villano.
En definitiva, el Phantom Goldfinger no es solo un coche, es una obra maestra. Una oda al cine, al lujo extremo y a la personalización sin límites.
Es un coche que probablemente nunca verá la carretera en manos de su dueño, sino que ocupará un lugar destacado en una colección privada, brillando como la pieza única que es.