Alcaldesa de Boston no participará en la deportación masiva de inmigrantes propuesta por Trump

Michelle Wu, alcaldesa de Boston, anticipó que desafiará la deportación masiva de inmigrantes propuesta por Donald Trump una vez que comience a despachar desde la Casa Blanca.

Recientemente, el magnate neoyorquino reconoció que, para cumplir con su propuesta de campaña de deportar a los inmigrantes carentes de documentación para avalar su estancia en territorio estadounidense, declarará la crisis migratoria como un estado de emergencia nacional y entonces apoyándose en el Ejército comenzará a implementar redadas para detectar inmigrantes en situación irregular con el objetivo de echarlos del país.

Al respecto, durante una entrevista concedida al canal de televisión WCVB, Michelle Wu anticipó que le dará la espalda al presidente electo al asegurar que Boston continuará protegiendo a los inmigrantes bajo amenaza de deportación.

“Lo que podemos hacer es asegurarnos de que estamos haciendo nuestra parte para proteger a nuestros residentes de todas las formas posibles, que no estamos cooperando con aquellos esfuerzos que en realidad amenazan la seguridad de todos al causar miedo generalizado y tener un impacto económico a gran escala.

Queremos que los inmigrantes sepan que es seguro para todos poder sentirse cómodos al comunicarse con los servicios de emergencia, denunciar un delito, pedir ayuda y, en general, ser parte de nuestra comunidad”, expresó.

La alcaldesa de ascendencia taiwanesa incluso mencionó que se trabaja en una especie de plan para poner en marcha si el gobierno federal endurece sus políticas en contra de los inmigrantes.

“Todavía tenemos otros mecanismos con los que podemos identificar espacios que podrían ser más atacados y pensar en protecciones allí.

Nuestra ciudad siempre ha sido un ejemplo nacional de lo que es posible. Históricamente, eso se puede utilizar para intentar derribar lo que significa que una comunidad sea acogedora para todos”, subrayó.

Cabe señalar que Boston está clasificada como ciudad santuario que se rige bajo la Ley de Confianza, la cual fue aprobada en 2014.

Dicha peculiaridad limita su cooperación con algunas leyes federales de inmigración e incluso le prohíbe a la policía local y a otros departamentos de la ciudad cooperar con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).

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