La aspirina podría aumentar el riesgo de demencia

Medicamentos cardiovasculares comunes podrían reducir el riesgo de demencia en adultos mayores, según un estudio sueco que urge más investigación al respecto

El paso siguiente en esta investigación es determinar la dosis de aspirina que pueda usarse a diario para prevenir la enfermedad sin causar efectos como las hemorragias estomacales y cerebrales.

El paso siguiente en esta investigación es determinar la dosis de aspirina que pueda usarse a diario para prevenir la enfermedad sin causar efectos como las hemorragias estomacales y cerebrales. Crédito: Shutterstock

Un reciente estudio del Instituto Karolinska en Suecia, publicado en la prestigiosa revista Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association, presenta hallazgos significativos sobre la relación entre los medicamentos cardiovasculares comunes y el riesgo de desarrollar demencia en la vejez. Según la investigación, los adultos mayores que utilizan ciertos fármacos para tratar enfermedades cardiovasculares podrían reducir entre un 4 % y un 25 % la probabilidad de sufrir esta condición neurológica debilitante.

La demencia y las enfermedades cardiovasculares representan desafíos importantes para los sistemas de salud y la sociedad en su conjunto. El profesor asistente Mozhu Ding, del Instituto de Medicina Ambiental del Instituto Karolinska, subraya la relevancia de estos hallazgos: “Hemos observado un vínculo claro entre el uso a largo plazo de estos medicamentos, por cinco años o más, y un menor riesgo de demencia en la vejez”.

El estudio, que utilizó datos de los registros nacionales de Suecia, incluyó a 88.000 personas mayores de 70 años diagnosticadas con demencia entre 2011 y 2016, comparadas con un grupo de control de 880.000 individuos. Los investigadores analizaron el uso de medicamentos cardiovasculares mediante el Registro Sueco de Medicamentos Prescritos, centrando su atención en fármacos antihipertensivos, reductores del colesterol, diuréticos y anticoagulantes.

Los resultados destacan que los medicamentos utilizados en combinación mostraron un efecto protector más sólido frente a la demencia que cuando se empleaban individualmente. Sin embargo, no todos los medicamentos cardiovasculares ofrecieron beneficios. Los fármacos antiplaquetarios, como la aspirina y el clopidogrel, se asociaron con un riesgo ligeramente mayor de demencia. Según los autores, esto podría deberse a su relación con un incremento en la incidencia de microhemorragias cerebrales, conocidas por contribuir al deterioro cognitivo.

Este enfoque amplio permitió a los investigadores explorar asociaciones previamente ignoradas, más allá de los estudios tradicionales que se han centrado en medicamentos específicos y grupos limitados de pacientes. Alexandra Wennberg, investigadora del Instituto de Medicina Ambiental y coautora principal del estudio, señaló la importancia de estos hallazgos: “Actualmente no existe una cura para la demencia, por lo que encontrar medidas preventivas es fundamental”.

Además de identificar la conexión entre los medicamentos cardiovasculares y el riesgo de demencia, los investigadores subrayan la necesidad de seguir explorando los mecanismos biológicos que explican esta relación. Aunque los datos observacionales del estudio ofrecen una base sólida, se requiere evidencia más definitiva a través de ensayos clínicos controlados y aleatorizados.

Otro aspecto destacado por los expertos es el impacto de factores adicionales, como la dieta y el estilo de vida, en la prevención de la demencia. En este sentido, los autores pretenden ampliar la investigación para entender cómo estos elementos interactúan con el tratamiento farmacológico de las enfermedades cardiovasculares en la mitigación del riesgo.

La demencia afecta a millones de personas en todo el mundo, y su incidencia sigue creciendo debido al envejecimiento de la población global. Este estudio representa un paso importante en la búsqueda de intervenciones eficaces para reducir su impacto en la calidad de vida de los adultos mayores. Los investigadores enfatizan que, mientras se avanza en la comprensión de los mecanismos implicados, las estrategias preventivas deben incluir un enfoque integral que abarque tanto el tratamiento médico como los hábitos saludables. Este trabajo del Instituto Karolinska destaca la importancia del tratamiento cardiovascular no solo para proteger la salud del corazón, sino también para salvaguardar la función cognitiva en la vejez. Los hallazgos subrayan el potencial de los medicamentos cardiovasculares como herramientas clave en la prevención de una de las enfermedades más devastadoras de nuestra época.

Sigue leyendo:

En esta nota

aspirina
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain