Alimentos ricos en proteínas pueden no ser tan saludables: por qué
Los alimentos con declaraciones de proteínas son percibidos como saludables, pero un estudio alerta sobre su mala calidad nutricional y riesgos para la salud.
Un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad Miguel Hernández en España ha puesto bajo escrutinio los alimentos con declaraciones de proteínas, cuestionando la percepción generalizada de que son opciones saludables.
La investigación se centró en caracterizar su contenido nutricional y evaluar la calidad de estos productos utilizando datos de la Base de Datos de Alimentos Española (BADALI). El análisis incluyó 4,325 alimentos procesados de 12 categorías distintas, revelando importantes discrepancias entre la percepción popular y la realidad nutricional.
En un contexto de creciente popularidad, los alimentos enriquecidos con proteínas y los suplementos proteicos han captado la atención del consumidor global, quienes los asocian con beneficios como el desarrollo muscular, la salud general y una mayor longevidad.
Según una encuesta global de 2022, aproximadamente el 17 % de los consumidores eligen activamente alimentos ricos en proteínas, incluso a precios más elevados. Sin embargo, el estudio español evidenció que estas percepciones son a menudo engañosas.
Los resultados mostraron que alrededor del 13 % de los alimentos procesados en el mercado español contienen declaraciones de proteínas, y más del 60 % de estos están fortificados con proteínas, principalmente de origen vegetal como el gluten, seguido por proteínas de leche y soja.
Las categorías con mayor prevalencia de estas declaraciones fueron los análogos de carne de origen vegetal (68,2 %), las barritas (35,3 %) y los sustitutos de yogur (21,3 %), mientras que en productos como galletas o bebidas de frutas no se encontraron tales afirmaciones.
A pesar de contener más proteínas que los productos sin estas declaraciones
Utilizando un modelo de perfil desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se determinó que el 90,8 % de los alimentos con declaraciones de proteínas están clasificados como “menos saludables”. Más de la mitad presentan altos niveles de grasas y sodio, y uno de cada cuatro contiene cantidades significativas de azúcares libres o grasas saturadas.
El análisis también reveló diferencias notables en el contenido de otros nutrientes. Por ejemplo, las barritas con proteínas tenían menos carbohidratos y azúcar, pero hasta un 48 % más de grasas saturadas.
De manera similar, los sustitutos de leche con proteínas contenían menos carbohidratos y azúcar, pero mayor cantidad de grasa total. Estas características, lejos de mejorar la calidad general del producto, podrían contribuir a problemas de salud como obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Una tendencia es el uso frecuente de edulcorantes, presentes en uno de cada cinco alimentos analizados, lo que refuerza la necesidad de evaluar cuidadosamente las etiquetas de los productos. Aunque los alimentos con declaraciones de proteínas presentan menos azúcares libres y grasas saturadas en comparación con los que no tienen tales afirmaciones, contienen un 17 % más de elementos considerados “menos saludables”.
El estudio resalta un problema subyacente: los consumidores tienden a confiar en las declaraciones del envase sin analizar la información nutricional completa. Esto resulta especialmente en un momento donde la demanda de alimentos ricos en proteínas está en constante aumento, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 26 % en Europa entre 2017 y 2022, y del 12 % en Australia.
Los autores del estudio insisten en que las declaraciones de proteínas, aunque atractivas, no deben ser tomadas como garantía de salubridad. Recomiendan que los consumidores revisen detalladamente las etiquetas y listas de ingredientes antes de tomar decisiones alimenticias. Además, sugieren una mayor regulación en el etiquetado de estos productos para evitar que la población sea inducida a error sobre su verdadero impacto en la salud.
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