Segundo mandato de Trump, un reto que preocupa en toda América
Trump sería una amenaza a las instituciones democráticas de la región, libertades civiles, seguridad ciudadana y derechos humanos
De acuerdo a la visión de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), con el regreso de Donald Trump a la presidencia, América Latina enfrenta un periodo transformador y turbulento en sus relaciones con su vecino del norte.
El primer mandato de Trump se definió por negociaciones transaccionales, tácticas de presión económica y la marginación de temas relativos a los derechos humanos en favor de ganancias políticas a corto plazo, un patrón que podría intensificarse en su segundo mandato.
Una radiografía similar describe la organización Amnistía Internacional, luego de que los directores y directoras ejecutivos de todas las Secciones de Amnistía Internacional en las Américas se han unido para expresar sus motivos de preocupación en torno al programa de gobierno del presidente Trump, a las posibles amenazas para los derechos humanos, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, y al impacto del mandato del nuevo presidente en la región.
Según WOLA, las nominaciones de Trump, incluyendo a Marco Rubio como Secretario de Estado, Christopher Landau como Subsecretario de Estado, y las rápidas nominaciones de embajadores de EE. UU. a varios países de América Latina, como México, indican que la región será una mayor prioridad en la política exterior de EE. UU., especialmente en relación con la migración y las drogas de uso ilícito.
De ahí que el creciente alineamiento de Trump con líderes populistas, a menudo autoritarios, en América Latina, como Javier Milei de Argentina, Nayib Bukele de El Salvador y la familia Bolsonaro en Brasil, podría fortalecer a actores antidemocráticos y amenazar las instituciones democráticas de la región, las libertades civiles, la seguridad ciudadana y la protección de los derechos humanos.
En ese sentido, la organización destaca que bajo una segunda administración de Trump, anticipa retrocesos significativos a nivel de normas democráticas, espacio cívico, protección de los derechos humanos, independencia judicial, iniciativas de inclusión y diversidad, y la respuesta a la crisis climática.
Migración
De acuerdo a Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, la retórica utilizada por el presidente Trump en su mandato anterior y durante su reciente campaña atacó a las personas más vulnerables, especialmente las migrantes, y el presidente planea deportar a millones de personas y cerrar las fronteras de Estados Unidos, sin examinar los casos de personas que necesitan protección. Amnistía Internacional ha documentado que las deportaciones colectivas sólo avivan el sufrimiento humano y aumentan la inestabilidad regional.
“La amenaza de que se desprecien los derechos humanos de las personas que buscan seguridad en Estados Unidos, o en cualquier parte del continente, y el derecho al asilo nos exige alertar a la comunidad internacional del peligro que estos discursos constituyen si se adoptan como políticas”, manifestó Marcos Gómez, director de la Sección de Venezuela de Amnistía Internacional. “Los países no pueden hacer caso omiso de su obligación internacional de dar garantías y proteger a las personas que buscan seguridad y mejores condiciones de vida.”
“Los países no pueden hacer caso omiso de su obligación internacional de dar garantías y proteger a las personas que buscan seguridad y mejores condiciones de vida”
En ese mismo sentido, WOLA destaca que aunque la administración de Biden puso el sistema de asilo de Estados Unidos fuera del alcance de muchos migrantes que llegaban a la frontera entre EE.UU. y México, abrió y preservó otras vías para la protección de personas migrantes, así como la protección contra la deportación en Estados Unidos. Programas como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), el Estatus de Protección Temporal (TPS), y el estatus de permiso humanitario para ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
Sin embargo, dijo, ahora el enfoque de Trump en la deportación masiva, probablemente utilizando personal militar, algo sin precedentes en la historia moderna de EE.UU., podría expulsar a millones de personas mediante redadas, internamiento en campamentos y deportaciones a gran escala.
Derechos humanos
Otra preocupación creciente respecto al gobierno del presidente Trump es la protección del derecho de las mujeres a vivir sin violencia, así como el derecho a la salud sexual y reproductiva, incluido el aborto, que se vieron atacados durante el primer mandato del ahora presidente.
“La tendencia cada vez mayor a atacar los logros que los movimientos de defensa de los derechos de las mujeres y las personas LGBTQI+ han conseguido en las Américas se encontrará con una férrea resistencia y solidaridad, desde el extremo norte hasta el extremo sur del continente”, manifestó Mariela Belski, directora de Amnistía Internacional Argentina.
“La tendencia cada vez mayor a atacar los logros que los movimientos de defensa de los derechos de las mujeres y las personas LGBTQI+ han conseguido en las Américas se encontrará con una férrea resistencia y solidaridad, desde el extremo norte hasta el extremo sur del continente”, continuó.
Por ello, distintas organizaciones pronostican que mientras Trump se prepara para un segundo mandato, América Latina se enfrenta a la perspectiva de un autoritarismo más profundo, crecientes desafíos en materia de derechos humanos y una mayor erosión de los principios democráticos, con muchos líderes que probablemente encuentren en la nueva administración estadounidense un aliado para sus agendas conservadoras.
Sigue leyendo:
· Fin de políticas DEI llevará a empresas a despidos y eliminará iniciativas contra discriminación
· Trump indulta a dos policías de Washington DC condenados por persecución mortal a afroamericano
· Republicanos presentan ley para prohibir ciudadanía a hijos de indocumentados