Asesinan a presunto socio del “Mayo” Zambada que anteriormente había fingido su muerte
Marco Ebben era un narcotraficante holandés buscado por Europol que se hacía pasar por un agente de la DEA, pero en realidad era socio de "El Mayo" Zambada
Ebben tenía escoltas que eran exmiembros de las fuerzas armadas mexicanas Crédito: Europol | Cortesía
Un hombre fue asesinado a tiros en el municipio de Atizapán ubicado en el Estado de México. Se trata del narcotraficante holandés Marco Ebben.
Su cuerpo fue encontrado sobre la carpeta asfáltica entre dos vehículos. Recibió al menos 15 disparos con armas de alto calibre mientras caminaba hacia su camioneta blindada.
Vecinos reportaron una balacera en el sitio, por ello acudieron policías locales y de la Secretaría de Marina, quienes localizaron el refugio del narcotraficante europeo cercano a donde ocurrió el homicidio, en una plaza de Atizapán.
De acuerdo con Jaqueline “N”, novia de Ebben, éste acababa de salir de su casa y estaba por subir a su camioneta cuando fue sorprendido por tres sujetos que viajaban en un vehículo, quienes le dispararon varias veces.
Jaqueline , espantada, narró a La Prensa que su novio cayó herido de muerte, por lo que de inmediato pidió el auxilio de una ambulancia, pero cuando llegaron lo encontraron sin vida a consecuencia de los disparos que recibió por todo el cuerpo.
En el lugar se encontraron casquillos percutidos de armas .223 y 9 mm.
Los presuntos homicidas burlaron todas las medidas de seguridad del exclusivo fraccionamiento donde vivía y huyeron a toda velocidad después de perpetrar el crimen.
Marco Ebben era un narcotraficante nacido en Países Bajos que tenía nexos con el Cártel de Sinaloa, llegando a convertirse en socio de Ismael “El Mayo” Zambada.
También tenía vínculos delictivos con su hijo, Ismael Zambada-Sicairos, alias “Mayito Flaco”.
Fingía ser agente de la DEA
En varias ocasiones fingió su muerte, pero el año pasado incluso artistas lamentaron su fallecimiento públicamente. En esa ocasión, se dijo que fue asesinado durante un enfrentamiento en Culiacán.
Ebben se hacía pasar por un agente de la DEA bajo el nombre de Jesús Antonio Vázquez Rivas. Portaba una credencial falsa con la que logró tener una identificación oficial mexicana con el mismo nombre.
Era un fugitivo internacional acusado de tráfico de cocaína buscado por la Europol, quien lo señala como parte de una red de tráfico de cocaína desde Brasil hacia los Países Bajos, ocultándola en contenedores de piñas.
En 2020 fue condenado a siete años de prisión en Holanda, pero logró huir, presuntamente hacia el Medio Oriente.
Algunas versiones apuntan que las autoridades mexiquenses se dirigían a detenerlo, pero fue asesinado antes de que lo lograran.
Ebben permanecía escondido en un edificio con departamentos de lujo, donde había dos camionetas blindadas de de su propiedad. Tenía escoltas que eran exmiembros de las fuerzas armadas mexicanas y equipo táctico.
Al interior de su departamento se halló un millón de pesos, además de armas largas, armas cortas, chalecos de protección y equipo de camuflaje.
Las autoridades lograron la detención de cuatro de sus escoltas, dos de los cuales habían sido militares y dos más miembros de la Marina, todos originarios del estado de Guerrero.
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