El motivo detrás del tiroteo que dejó un oficial muerto y cinco heridos en hospital de Pensilvania
El sospechoso de tomar rehenes al personal médico del UPMC Memorial en West Manchester fue identificado como Diógenes Archangel Ortiz
El sospechoso fue abatido por las autoridades que respondieron al hospital de Pensilvania. Crédito: Mark Scolforo | AP
Autoridades revelaron el motivo que llevó a un hombre a tomar rehenes en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Pensilvania el sábado por la mañana, situación que desencadenó un tiroteo en el que falleció un oficial de policía y al menos cinco personas resultaron heridas.
La angustia y la ira por la reciente pérdida de un ser querido aparentemente impulsaron al sospechoso, identificado como Diógenes Archangel Ortiz, a ingresar al UPMC Memorial en West Manchester Township con una pistola semiautomática y bridas alrededor de las 10:30 am, dijo a ABC News un alto funcionario policial informado sobre la investigación.
El sospechoso fue a la UCI y tomó como rehenes a varios miembros del personal del hospital. Luego, disparó contra un médico, una enfermera y un conserje del hospital, todos ellos se encuentran estables, según las autoridades. Tres policías recibieron disparos durante el incidente y uno murió.
El policía del distrito de West York fallecido fue identificado como Andrew Duarte. Los otros dos agentes fueron hospitalizados y se encuentran en condición estable.
Archangel Ortiz estaba molesto por lo que percibía como una falta de atención para un miembro de su familia que acababa de estar en la UCI del hospital y que falleció la semana pasada, dijo el funcionario de alto rango.
Ese miembro de la familia estaba en fase terminal, algo que a Archangel Ortiz le costaba aceptar, agregó el funcionario.
Se cree que Archangel Ortiz actuó solo en el incidente.
Las fuerzas del orden de varias agencias, incluida la policía del distrito de West York, la policía estatal de Pensilvania y el equipo de respuesta rápida del condado de York, respondieron a la situación. Los agentes intentaron negociar con el hombres, pero este salió de la UCI apuntándole con una pistola a una empleada del hospital, con las manos atadas con bridas.
“Los agentes no tuvieron más remedio. Abrieron fuego, mataron a Ortiz y evitaron más pérdidas de vidas“, dijo el fiscal de distrito del condado de York, Tim Barker.
“Tras revisar las imágenes de vigilancia y las declaraciones de los testigos, está absolutamente claro y fuera de toda duda que los agentes actuaron de manera legal al emplear fuerza letal. Francamente, tenían que hacerlo, porque al hacerlo, potencialmente salvaron aún más vidas”, añadió
UPMC confirmó que ningún paciente resultó herido en el tiroteo.
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