Rechazo al plan de registro de la Administración Trump que amenaza con procesos penales
El proceso se sumaría a las redadas de inmigración en todo el país

Desde el inicio de la administración Trump, los jóvenes han protestado las medidas contra la migración. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia
Activistas de derechos civiles y humanos, además de catedráticos y personas comunes rechazaron de forma tajante la idea de la Administración Trump de establecer un programa de registro de indocumentados que viven en Estados Unidos, incluidos los niños, quienes, de no hacerlo, podrían ser encarcelados.
El plan se sumaría a las redadas de inmigración en todo el país, mediante el cual los inmigrantes indocumentados mayores de 14 años tendrían la obligatoriedad de registrarse y proporcionar sus huellas dactilares al gobierno de Estados Unidos.
“Eso nos trae a la Alemania nazi con los polacos y demás ciudadanos de países europeos que debieron registrarse ante el gobierno de Adolfo Hitler, que después terminaron en las cámaras de gases y fueron parte del genocidio de los casi seis millones de judíos”, analizó Salvador Sanabria, presidente y director ejecutivo de la organización “El Rescate” de Los Ángeles.
La idea de la administración Trump, a juicio de Sanabria, es otro acto de intimidación para la población inmigrante.
A primera vista, -dijo Sanabria-, el solo hecho de querer registrar a personas indocumentadas, parece absurdo.
“¿Cuál es la meta? ¿Cuál es el propósito? ¿Registrarlos para luego deportarlos?”, cuestionó. “No creo que lo quieran hacer para otorgarles un estatus legal. Aquí no hay transparencia. Lo que se busca es la intimidación”.
De acuerdo con el Servicio de Inmigración y ciudadanía (USCIS) seria obligatorio y sin excusas. No ofrece ningún beneficio migratorio, ni autorización de empleo, ni ningún otro derecho o beneficio.
Requisito de registro de extranjero
El 20 de enero de 2025, el presidente Trump emitió la orden ejecutiva para “Proteger al pueblo estadounidense contra la invasión”, que ordenó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para garantizar que los extranjeros cumplan con su deber de registrarse ante el gobierno bajo la sección 262 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) (8 U.S.C. 1302); además, garantiza que el incumplimiento sea tratado como una prioridad de aplicación civil y penal.
La INA exige que, con excepciones limitadas, que todos los extranjeros de 14 años o más a quienes no se les tomaron las huellas dactilares ni se registraron cuando solicitaron una visa estadounidense y que permanecen en los Estados Unidos durante 30 días o más, deben solicitar el registro y [proporcionar] las huellas dactilares.
La oficina del Servicios de Inmigración y Naturalización (USCIS) ha indicado en la notificación que, del mismo modo, los padres y tutores deben asegurarse de que sus hijos menores de 14 años estén registrados. Dentro de los 30 días de haber cumplido 14 años, el niño extranjero previamente registrado debe solicitar una nueva inscripción y que se le tomen las huellas dactilares.
El plan exigiría, además, que una vez que un extranjero se haya registrado y se haya presentado para tomarle las huellas dactilares (a menos que se le exima), el DHS emitiría evidencia de registro, que los extranjeros mayores de 18 años deben llevar y mantener en su posesión en todo momento.
Todos quieren hacer negocio con los inmigrantes
Según Sanabria, que el gobierno federal tenga los registros de millones de personas podría significar un paso hacia el cumplimiento del presidente Trump de hacer efectiva la deportación masiva de los inmigrantes indocumentados.
De hecho, refirió que Erik Prince, exdirector ejecutivo de Blackwater, un aliado de Trump, ha propuesto llevar a cabo las deportaciones masivas a un costo de $25,000 millones de dólares, a través de una red de “campos de procesamiento” en bases militares, desplegar una flota de 100 aviones y un “pequeño ejército” de ciudadanos privados dotados con facultades para efectuar arrestos de personas.
“Todos quieren enriquecerse con el sudor y sacrificio de los trabajadores inmigrantes”, precisó Sanabria. “Entonces, no veo ningún beneficio para registrarse bajo esta orden, excepto esa de causar más miedo e intimidación a la población, por parte de un gobierno fascista en su máxima expresión”.
De hecho, la empresa de prisiones privadas Geo Group anunció recientemente que reabriría un centro de detención con 1,000 camas en Nueva Jersey., mientras que CoreCivic, otra empresa penitenciaria privada, indicó que modificaría los contratos de ICE para agregar unas 800 camas adicionales y retener en sus instalaciones a más inmigrantes sin documentados.
En sus instalaciones de Tacoma, Washington, GEO Group recibía una tarifa variable de $109.00 dólares por persona por noche; en el Centro de Procesamiento de LaSalle, en LaSalle Parish, Luisiana, el gobierno federal al GEO Group se le pagó $76,64 por cama, aunque para ello se le debía garantizar a la empresa una “garantía” de albergar a 1,170 inmigrantes, y en el Centro de Detención de Adelanto, (California) se le pagaba $112.00 dólares por día por cada persona.
“Reportar para deportar”
El profesor Miguel Tinker Salas, catedrático de Pomona College en Pomona College in Claremont, California, opinó que, ante el presunto registro de indocumentados, Estados Unidos camina en una dirección ajena a la democracia.
“Es un camino donde se tiene que satisfacer todos los deseos de una sola persona, y en los inmigrantes se crea un enemigo como chivo expiatorio interno y se crean condiciones para tratar de expulsarlos”.
Tinker Salas subrayó que, ante la lluvia de medidas ejecutivas de la Administración Trump, que han causado caos en todos los ámbitos de la vid pública de Estados Unidos, en el país ya se vive “una crisis constitucional”.
“Todos los poderes se los ha acogido una sola persona: Donald Trump. No quiere que los reporteros le hagan preguntas difíciles; él quiere determinar y dictar lo que es la democracia y quiere fijarlo claramente”.
Según Vanessa Cárdenas, directora ejecutiva de America’s Voice, “el registro de ‘reportar para deportar’ y la ‘visa de oligarquía’ juntos ofrecen un resumen perfecto del trumpismo y sus objetivos de inmigración y rehacer Estados Unidos a la imagen del MAGA”.
“Por un lado, pretende expulsar a millones de inmigrantes, trabajadores establecidos desde hace mucho tiempo que encarnan los valores del trabajo duro, las oportunidades y el sueño americano; pero por el otro, está invitando a extranjeros ricos a comprar su entrada a la residencia en Estados Unidos, un posible pase libre para oligarcas corruptos”, añadió Cárdenas. “Estados Unidos siempre ha sido construido por gente trabajadora, no por millonarios que buscan aumentar su riqueza a expensas de los trabajadores”.
La voz de los angelinos
Priscila Velázquez de 57 años.
Organizadora en Unite Here Local 11
Originaria de El Salvador
“No creo que sea algo bueno ese plan de registrarse. Ese señor solo está hablando de gente indocumentada, no de todos, en general. Quiere tener enlistada a la gente [para saber quiénes son los indocumentados porque hasta ahorita no lo sabe”.
Freddy Eustaquio de 48 años.
Trabajador de la construcción
Originario de la Ciudad de México
“La mayoría de nosotros no está de acuerdo con Donald Trump, pues tendría mucha información acerca de uno. Les sería más fácil deportarnos. Hay una mala intención en lo que quieren hacer y si tienen tus datos, llegarían directamente a tu casa.
Melissa Lozano de 20 años.
Estudiante de justicia criminal
Nacida en Los Ángeles e hija de padres mexicanos.
“Es algo injusto que quieran que la gente se registre ya que no le van a dar chance a los inmigrantes de trabajar en paz. Amenazarlos con la cárcel es algo inhumano. Yo le diría al presidente Donald Trump que mire a todas las personas como lo que son: seres humanos inmigrantes, no criminales”.
Sebastián Mendoza de 13 años
Estudiante de la escuela intermedia
Stacey Middle School de Westminster, en el Condado de Orange.
“No creo que ese programa de Donald Trump sea correcto. Todos somos humanos no somos mejor ni menos que nadie. Nuestra raza latina no tiene ninguna diferencia con las demás. Por nuestras venas corre sangre roja igual que todos, y que yo hable también español, es una ventaja solamente. Soy más inteligente que quienes solo hablan inglés”.
José G. Ibáñez
Reverendo de la iglesia Nuevo Amanecer de las Asambleas de Dios
Westminster, California
“No somos criminales. Somos humanos y, sobre todo, hijos de Dios. La gente pide que no haya crueldad contra las familias. Creemos que habrá una reforma migratoria. La Escritura dice en Proverbios 21 que en el corazón del rey está la luz de Dios. Creemos que el Dios Todopoderoso tocará el corazón de esta administración”.
Carlos Rincón
Pastor de la iglesia Centro de Vida Victoriosa
Los Ángeles, California
“Es irónico, pero yo soy un pastor evangélico pentecostés y creo en la dignidad de los emigrantes. Mis tatarabuelos emigraron de Durango y Chihuahua, México. Nosotros tenemos la dignidad de Dios y oramos porque creemos que solo Dios puede cambiar las circunstancias del ser humano que está siendo constantemente pisoteado”.