Longbow: el superdeportivo eléctrico que desafía límites
Longbow, la nueva marca británica fundada por ex miembros de Tesla, revoluciona el mercado de los deportivos eléctricos con sus modelos ultraligeros

Longbow Roadster. Crédito: Longbow. Crédito: Cortesía
El mundo de los autos deportivos está viviendo una transformación sin precedentes. La electrificación avanza a toda marcha, pero hasta ahora, los deportivos eléctricos parecían condenados a ser pesados y más enfocados en la potencia bruta que en la experiencia de conducción pura.
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Longbow, la nueva marca británica fundada por ex ingenieros de Tesla y expertos en tecnología eléctrica, está aquí para desafiar esa percepción.
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Mientras la industria automotriz se obsesiona con baterías más grandes y autonomías interminables, Longbow ha optado por un enfoque radicalmente diferente: priorizar la ligereza extrema. El resultado son dos modelos impresionantes (el Longbow Speedster y el Longbow Roadster) que logran lo impensable: pesar menos de una tonelada.
El equipo detrás de Longbow: experiencia y visión innovadora
Longbow no nació de la nada. Detrás de esta nueva marca hay nombres conocidos en la industria. Daniel Davey y Mark Tapscott, ambos ex miembros de Tesla, unieron fuerzas con Jenny Keisu, ex CEO de una firma de embarcaciones eléctricas.
Juntos decidieron desafiar las normas establecidas y crear un deportivo eléctrico fiel a la esencia de los grandes clásicos británicos, como el Jaguar Tipo E o el Lotus Elise.
Su lema, “Celeritas Levitatis” (la velocidad de la ligereza, en latín), resume la filosofía que guía cada detalle de estos autos. No se trata solo de rendimiento en línea recta, sino de una experiencia de conducción ágil, pura y emocionante, como los deportivos de antaño, pero con la tecnología del futuro.
Uno de los mayores logros de Longbow es haber conseguido que sus deportivos eléctricos sean increíblemente ligeros.
El Longbow Roadster, la versión cerrada, pesa solo 995 kg, una cifra más propia de un auto de carreras con motor de combustión que de un eléctrico. Aún más sorprendente es el Longbow Speedster, la variante descapotable, que lleva esa cifra al extremo con apenas 895 kg.
Este enfoque no solo mejora la aceleración y la dinámica de conducción, sino que también optimiza la eficiencia energética, permitiendo una autonomía destacable sin depender de baterías masivas y pesadas.
Batería y autonomía: el misterio bien guardado
A pesar de los logros técnicos, Longbow ha sido bastante reservado sobre los detalles de sus baterías. No han revelado la capacidad exacta ni el consumo oficial, aunque los datos disponibles sugieren que la autonomía alcanza 442 km en ciclo combinado.
Según expertos, este rango sugiere que la batería se sitúa entre 50 y 60 kWh, una capacidad sorprendentemente compacta considerando la autonomía lograda. La clave, claro, está en el peso ultraligero del vehículo, que reduce drásticamente la demanda de energía.
Además de la batería, la reducción de peso se ha logrado con una combinación de chasis de aluminio y carrocería de fibra, materiales típicos de los superdeportivos más exclusivos.

Rendimiento y aceleración explosiva
Si bien Longbow ha priorizado la ligereza, eso no significa que haya sacrificado el rendimiento. Todo lo contrario: la aceleración es digna de los mejores deportivos del mercado.
- Longbow Speedster: 0 a 100 km/h en 3,5 segundos.
- Longbow Roadster: 0 a 100 km/h en 3,6 segundos.
Esta diferencia mínima entre las dos versiones refleja la ingeniería meticulosa de la marca para mantener el rendimiento, incluso con las diferencias de estructura entre el modelo abierto y el cerrado.
El diseño de Longbow no pasa desapercibido. De hecho, resulta difícil no notar su parecido con los legendarios Ferrari Monza SP1 y SP2.
El Longbow Speedster, en particular, evoca la estética de esos icónicos modelos italianos, aunque con proporciones más compactas y un enfoque más funcional. Las ópticas delanteras, integradas como tomas de aire, y las luces traseras LED circulares aportan un aire futurista sin perder el estilo clásico.
Un detalle llamativo es la ausencia de parabrisas en el Speedster, lo que prácticamente obliga a los conductores a usar gafas protectoras, algo que refuerza el carácter audaz del vehículo.
La versión cerrada, el Longbow Roadster, comparte los mismos rasgos visuales, pero con una línea de techo que le otorga una apariencia más estilizada y agresiva, manteniendo el equilibrio perfecto entre elegancia y deportividad.
Producción limitada y precios exclusivos
Como suele ocurrir con los deportivos más exclusivos, Longbow ha optado por una producción limitada para mantener la exclusividad:
- Longbow Speedster: Solo 150 unidades, de las cuales 10 serán Luminary 1st Edition y 25 Autograph Edition.
- Longbow Roadster: Sin limitación total anunciada, pero con 50 Luminary 1st Edition y 100 Autograph Edition confirmadas.
En cuanto a los precios, Longbow también sorprende para bien:
- Longbow Speedster: Desde $85,995 dólares.
- Longbow Roadster: Desde $64,995 dólares.
Estos precios, considerando la tecnología y la exclusividad que ofrecen, resultan altamente competitivos en comparación con otros deportivos eléctricos de alto rendimiento.
Longbow: el inicio de una nueva era para los deportivos eléctricos
Longbow no es solo una marca nueva. Es una declaración de intenciones sobre cómo deben ser los deportivos eléctricos del futuro: ligeros, rápidos, atractivos y con una experiencia de conducción visceral.
Mientras otros fabricantes persiguen la potencia desmesurada y baterías gigantescas, Longbow ha demostrado que la ligereza sigue siendo el alma de los verdaderos deportivos. Y lo mejor de todo es que lo ha hecho sin sacrificar la autonomía, la tecnología ni el diseño.
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