Súper útil: Ferrari patenta sistema anti-golpes frontales
Ferrari busca reducir uno de los problemas más comunes de los autos deportivos: los raspones y golpes en la parte frontal al enfrentar reductores de velocidad

Ferrari F80. Crédito: Ferrari. Crédito: Cortesía
Conducir un Ferrari es una experiencia cargada de emociones: el rugido del motor, la precisión del volante y la exclusividad que transmite cada línea de su carrocería.
Lee también: Tesla enfrenta dudas tras la venta masiva de acciones
No obstante, poseer uno de estos superdeportivos también implica enfrentar un desafío poco glamuroso: el temor a dañar los bajos o el frente del auto con un bordillo o un reductor de velocidad.
Puedes leer: Lamborghini revela el Fenómeno, un lujo de solo 29 unidades
Este tipo de situaciones, tan comunes en ciudades de todo el mundo, se convierten en una pesadilla para quienes manejan un deportivo de baja altura.
El simple hecho de estacionar en paralelo, subir un pequeño desnivel o cruzar un reductor puede convertirse en un gasto de miles de dólares en reparaciones.
Consciente de esta problemática, Ferrari trabaja en una innovación que podría marcar un antes y un después en la experiencia de sus clientes: un sistema de frenado automático diseñado para evitar golpes y raspones en la parte frontal.
El desafío de los autos deportivos
Los deportivos de alta gama, por su diseño aerodinámico y su estética agresiva, suelen tener una distancia mínima entre la carrocería y el suelo. Esta característica, que mejora el rendimiento en pista y la estabilidad a altas velocidades, se convierte en un obstáculo en la conducción cotidiana.
Bordillos, rampas de garajes, reductores de velocidad mal señalizados o incluso las entradas inclinadas de algunas calles son escenarios en los que un Ferrari puede terminar con daños costosos.
Un raspón en la pintura o una abolladura en los bajos de fibra de carbono no solo afecta la estética, sino que puede implicar reparaciones de varios miles de dólares.
Por ello, Ferrari ha decidido apostar por una solución tecnológica que vaya más allá de los sistemas tradicionales de suspensión adaptativa: un frenado automático específico para estos casos, que actúe justo antes de que el vehículo sufra un golpe.
La patente: un sistema de frenado protector
La propuesta de Ferrari, registrada en una reciente patente, consiste en un conjunto de sensores y cámaras ubicados en el frontal y los laterales del auto. Estos dispositivos escanean continuamente el terreno y detectan la presencia de obstáculos como bordillos o reductores de velocidad con una altura superior a la línea de rodadura del vehículo.

Cuando el sistema identifica un riesgo inminente de contacto, envía una señal al computador central del auto y activa automáticamente el frenado de emergencia. De esta manera, el deportivo se detiene de forma inmediata, evitando que la parte baja del frontal se estrelle contra el obstáculo.
Este sistema no elimina por completo la necesidad de precaución por parte del conductor, pero actúa como una barrera extra de seguridad. Su objetivo es reducir al máximo los pequeños accidentes que, aunque no afectan la mecánica, sí se convierten en dolores de cabeza por los elevados costos de reparación.
Diferencias con otras marcas
Ferrari no es la primera compañía que intenta dar respuesta a este problema. Marcas como Porsche o Chevrolet han introducido soluciones similares en algunos de sus modelos deportivos. Sin embargo, la estrategia ha sido diferente: en lugar de frenar, optan por elevar la suspensión cuando detectan un obstáculo.
Estos sistemas utilizan información del GPS y sensores para anticipar el terreno y ajustar la altura del vehículo, permitiendo que pase sin dañar la carrocería. Aunque efectivos, dependen en gran medida de la atención del conductor, ya que no siempre actúan de forma totalmente automática.

La gran diferencia de la propuesta de Ferrari es que su sistema actuaría sin necesidad de intervención humana, deteniendo el auto antes de que ocurra el impacto. Esto lo convertiría en un sistema preventivo y no reactivo, un detalle que lo hace más seguro para quienes conducen estos vehículos en entornos urbanos.
Aunque Ferrari no ha confirmado en qué modelo debutará esta tecnología, todo apunta a que podría implementarse en su próximo vehículo eléctrico de producción, previsto para los próximos años.
La compañía ya trabaja en su transición hacia la electrificación, y este tipo de innovaciones encajan dentro de su estrategia de combinar desempeño, diseño y tecnología avanzada.
Con esto, Ferrari busca demostrar que puede mantenerse en la vanguardia no solo en velocidad y potencia, sino también en soluciones prácticas que protejan la inversión de sus clientes.
Seguir leyendo:
BMW: el Serie 8 revive con el exclusivo M850i Heritage
Mustang GTD Liquid Carbon: puro poder en fibra
Son solo 24 unidades: así es el nuevo GMA Le Mans GTR