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Condenan a mujer de Texas que mató a su esposo con insulina porque él la quería dejar

Sarah Hartsfield fue sentenciada a cadena perpetua por el crimen de su esposo, quien días antes temía por su vida y manifestó intenciones de abandonarla

Sarah Hartsfield

Varios de sus exesposos denunciaron patrones de manipulación, violencia emocional y amenazas de muerte. Crédito: Chambers County Sheriff's Office | Cortesía

Sarah Hartsfield, una exsargento del Ejército de Estados Unidos fue sentenciada a cadena perpetua tras ser declarada culpable del asesinato de su esposo, Joseph Hartsfield, quien murió en 2023 por complicaciones derivadas de una sobredosis de insulina. El caso ha atraído la atención nacional debido al historial violento de la mujer, vinculada a múltiples relaciones previas marcadas por abusos, muertes sospechosas y acusaciones no resueltas.

El jurado en el condado de Chambers deliberó menos de dos horas antes de declarar culpable a Hartsfield de asesinato en primer grado. La fiscal adjunta Mallory Vargas aseguró durante sus alegatos finales que la acusada creía que “saldría impune” como en ocasiones anteriores. “Es lo que siempre ha hecho”, declaró Vargas.

Durante el juicio, la hermana de Joseph testificó que él temía por su vida y había manifestado intenciones de abandonar a Sarah. “Me dijo que le preocupaba que ella lo matara mientras dormía”, declaró Jeannie Hartsfield. Agregó que trató de convencerlo de no regresar con ella días antes de su muerte.

El abogado defensor, Case Darwin, sostuvo que las pruebas eran circunstanciales y que Joseph pudo haber muerto por un mal manejo de su condición diabética, exacerbada por medicamentos que aumentaban su sensibilidad a la insulina. También acusó a la fiscalía de basarse en “insinuaciones sin fundamento” y testimonios que no probaban de forma concluyente la culpabilidad de su clienta.

Las pruebas del caso

Joseph Hartsfield, quien padecía diabetes desde hacía más de 20 años, fue hospitalizado el 7 de enero de 2023 con niveles peligrosamente bajos de glucosa. Aunque fue estabilizado temporalmente, murió días después. El médico forense concluyó que falleció por complicaciones de una sobredosis de insulina, aunque no determinó si fue un accidente, suicidio u homicidio. Sin embargo, el jurado consideró suficientes las pruebas para confirmar la responsabilidad de Sarah.

Según los investigadores, la mujer tardó horas en llamar al 911. Las autoridades encontraron jeringas de insulina junto a la cama, aunque no fueron incautadas como evidencia en el momento. Datos del teléfono de Hartsfield contradijeron sus declaraciones iniciales: mientras alegaba estar dormida bajo efectos de analgésicos, el registro indicaba que usó activamente su celular durante ese período. Además, poco antes de que su esposo fuera hospitalizado, se enviaron desde su teléfono varios archivos personales de Joseph, incluidos datos bancarios y credenciales digitales.

Una enfermera testificó que, pese a los esfuerzos médicos por estabilizar al paciente, su nivel de azúcar en sangre continuaba disminuyendo, lo que sugiere la presencia de una sustancia que contrarrestaba la glucosa administrada.

Violencia y muertes sospechosas en relaciones pasadas

La muerte de Joseph Hartsfield es solo el episodio más reciente en un historial inquietante. En 2018, Sarah Hartsfield mató a tiros a su prometido, David Bragg, en Minnesota. El hecho fue considerado legítima defensa en su momento, pero las autoridades reabrieron el caso tras su acusación por el asesinato de Joseph.

Además, otros episodios la relacionan con presuntos abusos, amenazas y un supuesto complot criminal. Christopher Donohue, su tercer esposo, obtuvo una orden de alejamiento alegando que Sarah intentó convencer a su cuarto marido, David George, de asesinar a su nueva esposa. Un agente del FBI testificó en el juicio reciente sobre estas acusaciones, así como sobre un presunto incendio provocado en una propiedad familiar en Missouri, en 2014.

Sarah Hartsfield ha negado cualquier implicación en estos casos y no ha enfrentado cargos formales por ellos.

La mujer, madre de cuatro hijos, se ha casado cinco veces. Su primer matrimonio con Titus Knoernschild terminó en 1996 tras denuncias de amenazas. Fue arrestada ese mismo año por presuntamente agredir a su segundo esposo, Michael Traxler, aunque los cargos se retiraron.

Su tercer esposo, oon Donohue, terminó su relación en 2017, y en 2019 contrajo matrimonio con David George, con quien se separó en 2021. Finalmente se casó con Joseph Hartsfield en 2022.

Varios exesposos han denunciado patrones de manipulación, violencia emocional y amenazas de muerte.

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Acusado de asesinato cadena perpetua
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