Rolls-Royce Ghost Gamer: lujo inspirado en videojuegos
Su diseño rinde homenaje al arte pixelado de los años 80 y 90 mediante un despliegue de colores, iluminación, detalles ocultos y artesanía minuciosa
Rolls-Royce Black Badge Ghost Gamer. Crédito: Rolls-Royce. Crédito: Cortesía
La relación entre el lujo automotriz y la cultura gamer no es habitual, pero Rolls-Royce decidió romper esa lógica con una propuesta que sorprende y despierta la nostalgia.
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La marca británica aceptó el pedido de un coleccionista apasionado por las máquinas recreativas clásicas y dio vida a un vehículo completamente fuera de lo convencional: el Black Badge Ghost Gamer.
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En lugar de replicar tendencias tecnológicas modernas, este encargo se sumerge en una estética retro que rescata los videojuegos de 8 bits que marcaron una época. Rolls-Royce no buscaba simplemente decorar un automóvil, sino crear una experiencia sensorial que evocara la emoción de “pulsar Start” antes de iniciar una partida en un arcade.
Desde su concepción, este modelo fue pensado como una obra única, con un nivel de personalización que eleva aún más los estándares del programa Bespoke de la marca. La inspiración proviene directamente de los colores, formas y animaciones primitivas que definieron los primeros videojuegos caseros y de salón.
Un exterior que mezcla nostalgia y elegancia
Aunque su silueta mantiene la sofisticación propia de la gama Ghost, el Black Badge Ghost Gamer introduce un lenguaje visual inesperado. El auto adopta un distintivo acabado bicolor, combinando un Azul Salamanca profundo con un techo en cristal brillante aplicado sobre Negro Diamante. Esta elección busca remitir a los tonos metálicos que iluminaban las carcasas de las antiguas máquinas recreativas.
El toque más llamativo del exterior es el motivo pintado a mano conocido como “Cheeky Alien”, diseñado con 89 píxeles de 3 x 3 mm. Su apariencia es un homenaje explícito al estilo gráfico de los videojuegos primitivos, con combinaciones vibrantes como verde con rosa o amarillo con azul. Esta figura aparece como un personaje icónico dentro de la narrativa visual del vehículo.
La parrilla iluminada del Panteón y las llantas forjadas Black Badge de 22 pulgadas completan el lenguaje visual inspirado en la cultura gamer retro, otorgando una presencia inconfundible.
Una cabina que funciona como un nivel oculto
El interior es un universo en sí mismo. Rolls-Royce creó un habitáculo donde cada rincón continúa la temática retro. Los asientos combinan negro y Casden Tan, y cada uno lleva bordado su propio rol dentro del “juego”: “Player 1”, “Player 2”, “Player 3” y “Player 4”, respetando las tipografías de estilo 8 bits.

Los reposacabezas incorporan también el diseño del “Cheeky Alien”, construido igualmente con 89 píxeles bordados. Es un detalle minucioso que reafirma el compromiso artístico del proyecto.
Una de las zonas más destacadas es la sección conocida como “Cascada”, ubicada en la parte trasera. Esta pieza muestra una escena espacial con estética arcade realizada completamente a mano. Incluye pequeñas naves en acero inoxidable, superficies texturizadas y técnicas de pintura que combinan pincel, esponja y aerógrafo. Solo este elemento requirió más de dos semanas de elaboración.
Además, Rolls-Royce añadió detalles secretos repartidos por el habitáculo: incrustaciones en mesas de picnic, grabados dentro de las rejillas de ventilación y elementos ocultos que transforman el interior en una suerte de “nivel de exploración”.
Iluminación al estilo de una partida épica
La iluminación fue uno de los aspectos que más reinterpretó la marca. La fascia del tablero incorpora una pieza llamada “Laser Base”, formada por 85 estrellas que simulan el paso de una nave pixelada sobre un campo interestelar.
El techo Starlight Headliner también se transformó por completo. En esta versión recibe el nombre de “Pixel Blaster”, ya que muestra 80 naves espaciales iluminadas mediante fibra óptica. Estas parpadean como si estuvieran ejecutando disparos láser, y hasta la animación de Shooting Star fue reprogramada para parecerse a los efectos visuales de los videojuegos arcade.
Como guiño final, los estribos iluminados proyectan mensajes icónicos como “INSERT COIN”, “PULSE START”, “LOADING…” y “LEVEL UP”, sellando la idea de que cada ingreso al vehículo es el inicio de una nueva partida.
Rolls-Royce confirma que este Black Badge Ghost Gamer fue desarrollado exclusivamente para un cliente, y aunque no se reveló el costo específico de la personalización, se trata de un encargo de muchos miles de dólares.
Para referencia, el precio base de un Ghost Black Badge es de aproximadamente $422,750 dólares, cifra que podría duplicarse debido al nivel de detalle artesanal incluido en esta versión.
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