Manifestantes siguen bloqueo

BOGOTA, Colombia.— Cientos de mineros artesanales bloquearon ayer viernes un aeropuerto al suroeste de Colombia, en un capítulo más de las protestas que horas antes dejó 53 detenidos cuando la policía desalojó varios piquetes en carreteras.

Después del mediodía, unos 600 mineros que marchaban por Quibdó, capital del departamento de Chocó, tomaron el aeropuerto El Caraño, “bloqueando la salida de dos vuelos con destino a Bogotá”, señaló en diálogo telefónico el secretario de Gobierno de la región, Ari Piñeres.

Uno de los aviones detenidos por los manifestantes pertenece a la Fuerza Aérea colombiana. En este, la fuerza pública pretendía trasladar hacia Bogotá a dos militares en “delicado estado de salud”, informó la institución militar en un comunicado de prensa.

Líderes del gremio aseguraron a The Associated Press que la decisión de entrar en el aeropuerto y paralizar las operaciones fue de los propios manifestantes y no de los líderes que encabezan el paro. “No es autorización de la Confederación” Nacional de Mineros del Chocó, señaló Ariel Quinto, presidente de esa entidad.

Temprano, la policía lanzó gases lacrimógenos y arrestó a 53 personas para dispersar los bloqueos que mantenían mineros artesanales en el suroeste del país.

El presidente Juan Manuel Santos acusó a un senador izquierdista de azuzar las protestas, lo cual fue negado por el legislador.

A la medianoche y al amanecer del viernes la policía cargó contra unas 800 personas apostadas en la carretera hacia el puerto de Buenaventura, en el departamento de Valle del Cauca, y a unos 350 kilómetros al suroeste de Bogotá.

Los 53 detenidos en Buenaventura fueron entregados a la Fiscalía sindicados de delitos como asonada y daños a bienes, como ha sido la quema de al menos cuatro camiones, indicó en entrevista telefónica el general Carlos Mena, director de la policía de carreteras y quien realizó los operativos de despeje vial con al menos 500 agentes. Mena dijo que en los operativos no hubo heridos.

El gremio minero dijo que al menos dos manifestantes resultaron heridos. En un pronunciamiento previo, los mineros acusaron a la fuerza pública de impedir sus concentraciones en poblados de los departamentos de Antioquia, Valle del Cauca, Caldas y Risaralda, todos al oeste del país.

Santos dijo que “tenemos información precisa, por ejemplo, de un senador de la república, que se muestra como el defensor de los campesinos, el defensor de la protesta social y resulta que lo que quiere es violencia”.

Santos no identificó al senador, pero poco después el ministro del Interior, Fernando Carrillo, aclaró que las autoridades judiciales investigaban la relación del dirigente cafetero Oscar Gutiérrez con miembros del izquierdista Partido Polo Democrático Alternativo y con uno de sus senadores más reconocidos: Jorge Enrique Robledo.

“Ese es un tema que hay que clarificar… sería muy importante que se establecieran los vínculos del señor Oscar Gutiérrez con el Polo Democrático y se establecieran los vínculos con el senador Jorge Robledo”, dijo el ministro.

Robledo dijo a la AP que el señalamiento oficial era “una mentira” y que se declaraba “culpable” de apoyar los reclamos de los productores campesinos y de otros sectores. Pero “nadie puede acusarme a mí de haber llamado a la violencia contra nadie”.

El congresista no negó su relación con el líder cafetero, de quien dijo, “me siento orgulloso de ser amigo de Oscar Gutiérrez”.

Los mineros, al menos dos millones de familias que trabajan en la extracción a pequeña y mediana escala de oro, carbón y arenas para construcción, entre otros, exigen que el gobierno derogue un decreto de octubre del 2012 y que permite a la policía destruir maquinaria en sitios de explotación que carezcan de títulos y licencias ambientales.

Junto a la protesta de los mineros, el Gobierno enfrenta desde el 11 de junio una manifestación de campesinos en la llamada zona del Catatumbo, o siete municipios del departamento de Norte de Santander, en el noreste del país.

Otros gremios como los cafeteros, así como productores de arroz y papa, junto a transportistas, estudian ir a un paro también a mediados de agosto.