El pueblo fantasma de Bélgica que intentan salvar los grafiteros
Se llama Doel y hay planes para demolerlo. Los pocos vecinos que quedan se resisten e incluso acudieron a artistas del graffiti para intentar rescatarlo.
Hace 20 años Doel era un pueblo de postal con más de 1.000 residentes.
Pero desde entonces hay planes para demolerlo para expandir el puerto de Amberes.
Gran parte de los antiguos residentes se marcharon, pero algunas personas se quedaron y están luchando por sus hogares.
Hoy Doel tiene cerca de 20 habitantes y muchos de sus edificios están vacíos.
Pero a medida que se fue quedando sin residentes, se convirtió en un paraíso para los mejores grafiteros de Europa.
Algunos pobladores han alentado a los artistas callejeros a pintar las paredes de Doel para intentar crear una galería al aire libre.
Pero ahora los vándalos son más habituales que los grafiteros, y Doel se ha convertido en el llamado pueblo fantasma de Bélgica.
Conócelo en este video de BBC Mundo.