Editorial: Una mejoría que empeora
Los niños latinos son los más perjudicados por el cambio de deducción impositiva
La llamada Ley de Mejoría del Crédito Impositivo por Niño, actualmente en debate, altera el balance actual del beneficio en favor de los más pudientes y perjudicando a las familias de ingresos bajos.
La ley original, que estableció el Crédito Impositivo por Niño surgió en 1997 como una ayuda para lidiar con el costos de criar niños. Fue ampliada en 2001 y reformada en 2009 para que su beneficio abarque a las familias más pobres, cuyos ingresos eran tan bajos que no calificaban entonces para el reembolso. Las modificaciones nunca cambiaron el principio básico de requerir al beneficiario empleo y pago de impuestos.
Ahora, la Cámara de Representantes debate el proyecto de ley HR 4935, que bajo el nombre de “mejoría” amplía el beneficio para quienes están en el tope de ingresos, de manera tal que ayuda a familias con más de 200,000 dólares anuales de ingresos. Al mismo tiempo, dejará expirar en 2017 las cláusulas del 2009 que ayudaba a las familias de ingresos bajos.
También se quiere prohibir el beneficio para quienes presentan sus impuestos con el numero de ITIN (identificación del contribuyente) para quienes no tiene número de Seguro Social. O sea que se acepta el pago de impuestos de estos contribuyentes negándoles el mismo reembolso que reciben aquellos que aportan la misma cantidad pero teniendo número de Seguro Social. ¡Vaya justicia!
Según la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano, el 80% de los perjudicados son latinos. Cerca de 4.4 millones de niños latinos perderán este beneficio, incluso siendo ciudadanos estadounidenses, por integrar familias con estado migratorio mixto. Se ha perdido de vista que el beneficiario principal del programa es el niño, al que se da fondos para ayudar a su crianza, y no el adulto.
Una vez más, el liderazgo republicano de la Cámara Baja arremete contra el pobre y también contra el indocumentado. Al trabajador que labora por un salario de pobreza primero se le niega el aumento salarial y ahora se le quiere excluir de la ayuda para la crianza de los niños. Al indocumentado se lo quiere explotar legalmente exigiéndole pago de impuestos sin el beneficio que esto acarrea.
Esta “mejoría” es en realidad un caso de Robin Hood al revés: lo que se quita al mas pobre se da al mas pudiente. La Cámara Baja a cada paso muestra una indiferencia que se acerca al desprecio por los niños pobres, ya sea los que ahora están llegando a la frontera como con los que son ciudadanos.