Brasil detiene a grupo por abortos ilegales durante 30 años
La policía detuvo a 47 personas, entre doctores, policías y abogados involucrados
Luego de operar de forma ilegal por más de 30 años, fue desarticulado in grupo de personas que practicaron abortos por más de tres décadas, informaron este martes las autoridades.
El total de personas detenidas es de 47 personas, entre los que se encuentran doctores, policías y abogados involucrados en abortos ilegales por décadas.
En Brasil interrupción del embarazo es ilegal y causa decenas de muertes al año al ser realizado de forma clandestina.
La mayoría de los arrestos –que implican a diez médicos, ocho policías civiles, cuatro militares, un bombero y tres abogados- se produjeron en la región metropolitana de Río de Janeiro, según la policía, que señaló en un boletín que en total está buscando a 75 personas.
La operación –que movilizó a 430 policías y al Ejército– se extendió a los estados de Sao Paulo y Espíritu Santo, con el objetivo de desarticular al grupo mafioso que cobraba hasta tres mil dólares por practicar abortos en clínicas clandestinas.
Entre los detenidos en Río de Janeiro estaría Bruno Gomes da Silva, de 80 años y conocido en la prensa local como el “Doctor Aborto” por haber practicado la interrupción de los embarazos en forma clandestina por lo menos durante 30 años.
El operativo policial, que sacó a la luz las condiciones insalubres de las clínicas clandestinas, se produjo semanas después de que dos jóvenes perdieron la vida como consecuencia de la interrupción del embarazo en la región de Río de Janeiro.
Pese a ser ilegal –excepto en los casos de violación o de riesgo mortal para la madre-, las páginas de internet en Brasil están llenas de anuncios que, con discreción, ofrecen contactos para llegar hasta clínicas de aborto clandestinas.
También dan información sobre suministradores de medicamentos traídos de Estados Unidos para interrumpir un embarazo de varias semanas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en Brasil se practican en torno a un millón de abortos cada año y datos del sistema sanitario brasileño indican que la interrupción del embarazo en clínicas clandestinas es la quinta causa de muerte materna.
Esta situación ha sido denunciada por organizaciones como Amnistía Internacional (AI), que reclaman el inicio de un debate público para abordar la legalización del aborto.
“Incluso estando prohibido las mujeres no dejan de recurrir al procedimiento de interrumpir el embarazo y se exponen a este tipo de situación que hemos visto con Jandira y Elisangela. Este es un tema que no puede seguir fuera de la agenda política nacional”, señaló Atila Roque, director ejecutivo de Amnistía Internacional Brasil.
“Muchas mujeres mueren todos los años en abortos mal practicados en Brasil. Y otras miles sufren las consecuencias físicas y psicológicas de abortos realizados en condiciones precarias e inseguras”, agregó Roque.
En el país con el mayor número de católicos del planeta, con unos 123 millones de personas, el tema del aborto ha sido tratado con reticencia por los sucesivos gobiernos, pues ningún político parece estar dispuesto a abrir un debate al que se opone la Iglesia católica y parte del electorado conservador.
Inclusive, ninguno de los dos principales candidatos a ganar la elección del próximo 26 de octubre entró de lleno en el debate acerca de la despenalización del aborto.