Trump se alista para otra derrota, esta vez será peor que la del “Obamacare”
Las fisuras dentro de su partido le cobran factura al presidente Trump
Desde que Donald Trump salió a promover la controversial reforma migratoria que pretende disminuir en 50% la inmigración legal en EEUU, muchos han salido a decir, incluso dentro de su propio partido, que el presidente se prepara para otra gran derrota.
El último de los líderes de su partido que se pronunció sobre el mismo fue Marco Rubio, el senador republicano por el Estado de la Florida.
“Este proyecto de ley no va a pasar. … creo que la Casa Blanca sabe que no tiene más de 60 votos para pasar en el Senado”, dijo Rubio a CBS Florida.
El senador de raíces cubanas se refiere al “RAISE Act” proyecto de ley de los senadores David Perdue (Georgia) y Tom Cotton (Arkansas) el cual según analistas causaría mas daños que beneficios a la economía del país.
Pero entonces por qué el presidente Trump insiste en el proyecto. La respuesta es sencilla dicen los analistas. Luego del fracaso de la reforma sanitaria y posteriormente con la derogación del Obamacare, su administración tiene la necesidad de mostrar resultados, o por lo menos intenciones de cumplir las promesas a la base más radical de su partido.
Sin embargo, este controversial proyecto de ley enfrenta una ardua resistencia al interior de ambos partidos, haciendo improbable que el presidente logre amasar los 60 votos que necesita para su aprobación en el Senado.
Rubio señaló que los cambios al sistema que otorga la residencia permanente, promovida por Trump va en contravia con sus convicciones sobre el tema.
“Donde tengo una gran diferencia de opinión con este proyecto de ley es donde establece un límite arbitrario en el número de personas que pueden llegar a obtener su residencia legal (Green Card). No creo que debería haber un límite arbitrario, ese número debe ser establecido en relación a la demanda”, añadió Rubio a CBS.
Rubio trabajó en la “Banda de los Ocho”, un grupo bipartidista que redactó una reforma migratoria en 2013 que aprobó el Senado, pero que se estancó en la Cámara. Este proyecto también incluía un sistema de puntos basado en el mérito para la inmigración legal, pero no a un punto tan extremo como el que promueve por estos días el presidente Trump.