Viviendas al lado de las autopistas de Los Ángeles a costa de la salud de sus inquilinos
No importa la relación científica entre contaminación y enfermedades como asma o cáncer
La ciudad de Los Ángeles comenzó a advertir en 2012 a las constructoras de viviendas de los peligros para la salud que implica el vivir en áreas fuertemente contaminadas próximas a autopistas, pero cuando quisieron también alertar a los residentes, los funcionarios de planificación lo rechazaron porque supondría “una carga” y dañaría “los valores” del mercado inmobiliario.
“Podría haber supuesto un primer paso para desincentivar la edificación cerca de las autopistas. ¿No es eso lo que queremos?”, dijo a LA Times Marta Segura, que formaba parte de la comisión de planificación en ese momento, quien calificó de “error” el no haber aprobado una disposición de 2015 que exigía señalizar las nuevas viviendas multifamiliares localizadas a menos de 1,000 pies de una autopista, según una ordenanza ambiental.
Así, Los Ángeles y otras ciudades de California han permitido durante años la aparición de decenas de miles de hogares cerca de las autopistas, violando también las recomendaciones de los funcionarios estatales de calidad del aire, que desde 2005 aconsejan que las viviendas no se construyan a menos de 500 pies de tránsito pesado.
La relación científica entre la contaminación y la aparición de enfermedades como asma, ataques cardíacos, derrames cerebrales o cáncer solo se ha ido fortaleciendo con el paso del tiempo. “Tenemos avisos sobre tantas cosas, desde productos de limpieza hasta latas [de soda]”, dijo Yvette López-Ledesma, subdirectora de la entidad medioambiental Pacoima Beautiful, “¿por qué no tenerlo acerca del lugar donde uno va a vivir y al que destinará la mayoría de sus ingresos?”.
Por su parte, Tim Piasky, miembro de la Asociación de la Industria de la Construcción de Los Ángeles y Ventura, escribió en una carta del 14 de julio de 2015 a la ciudad que dicha ordenanza ambiental “sólo servirá para agravar la crisis de la vivienda”, opinión compartida por varios de los comisionados de planificación de la ciudad.
“No estaban pensando en las personas que padecían asma”, continuó Segura, “estaban pensando en los constructores”, sentenció al diario Times. Finalmente, la comisión de planificación aprobó la ordenanza en una votación de 6-2, pero la versión final eliminó los requisitos de señalización para los hogares, dejándolos en exclusiva para los nuevos edificios municipales abiertos al público.