Activistas rechazan la presencia del fiscal Sessions, quien recalcó su oposición a la inmigración ilegal
Por la mañana, los manifestantes cerraron calles y al menos 25 de ellos fueron arrestados
El anuncio de que el fiscal general de Estados Unidos Jeff Sessions estaba en la ciudad de Los Ángeles el martes causó revuelo, enojo y movilizó a cientos de activistas proinmigrantes.
Desde muy temprano docenas de activistas se reunieron para realizar un acto de desobediencia civil donde 12 personas fueron arrestadas.
Cerca del medio día, otro grupo con decenas de activistas se plantó frente al hotel Biltmore en el centro de Los Ángeles, lugar a donde llegó el fiscal para participar en el almuerzo anual de miembros del Fondo Legal de Justicia Criminal (CJLF).
Por medio de cantos con tambores y bocinas, los protestantes le dijeron al fiscal que no es una persona grata en esta ciudad utilizando frases como “Sessions no eres bienvenido” y “Sin justicia no hay paz”.
“El encarcelamiento de los menores inmigrantes no es lo que refleja nuestro país”, dijeron activistas. “Esta es una idea de un pequeño grupo de personas”.
Entre la multitud se destacaba la pequeña Corrie-Rai Arechiga, de 6 años, quien llevaba un dibujo de una jaula con un niño adentro y un signo que decía, “Yo quiero a mi mamá y a mi papá”.
La niña llegó a la protesta acompañada de su madre y dijo que estaba al tanto de lo ocurrido con los menores inmigrantes en la frontera.
“Liberen a los niños de todo el mundo”, dijo la pequeña. “No esta bien que estén encerrados”.
Su madre, Danellia Arechiga, dijo que para ella es importante hablar por quienes no tienen una voz y para enseñarle a su hija la diferencia de lo bueno y lo malo.
“Si yo estuviera en una situación migratoria donde me separaran de mi hija me gustaría que lucharan por mí”, dijo Danellia. “Debemos ponernos en su situación [de los inmigrantes] y luchar por ellos”.
Erik Villegas, otro joven que se unió a la manifestación, expresó que estamos en un momento donde el mundo se debería detener y crear más conciencia para hacer justicia por los niños.
“La separación de familias es algo que no se puede tolerar en ningún nivel y siento que tanto yo como los demás debemos alzar la voz y cesar nuestras propias vidas hasta que todos tengamos libertad”, recalcó.
Protesta en el edificio federal
Horas antes, una coalición de organizaciones latinas se reunió frente al Edificio Federal para exigir a la Administración Trump que liberen inmediatamente a padres inmigrantes y sus hijos de la detención que calificaron de “injusta e inmoral”. De igual manera protestaron la presencia de Sessions.
“Vivimos en un estado santuario y pedimos que el alcalde Eric Garcetti ejerza su liderazgo declarando a Jeff Sessions persona non-grata”, dijo Juan José Gutiérrez, activista con la Coalición de Derechos Plenos para los Inmigrantes. “Y exigimos al Congreso de Estados Unidos que comience a legislar para una reforma migratoria integral con camino a la ciudadanía”.
En el grupo también se veían los niños, quienes a su poco entendimiento del problema, mostraban preocupación.
“No es justo que los encierren porque no están yendo a la escuela ni a jugar al parque”, dijo Belén Monroy de 10 años. “A nosotros no nos gustaría que nos alejaran de nuestras familias”.
“Ver a los niños encerrados nos hace sentir tristes…no pueden ir a jugar afuera”, agregó Selene García, de 6 años.
La activista Gloria Saucedo, directora ejecutiva de Alianza Comunitaria Transnacional del Valle de San Fernando, dijo que estaba muy preocupada por el daño humano y económico a largo plazo a la nación causado por la política de inmigración “cruel y sin tolerancia” del presidente Trump.
“Espero que usemos esta crisis de inmigración para unir al pueblo estadounidense como nunca antes y que votemos en noviembre en cifras récord y recuperemos nuestro Congreso de Estados Unidos”, recalcó Saucedo.
No hay marcha atrás
Durante el evento de la CJLF, el fiscal Sessions dejó claro su mensaje sin quitar el dedo del renglón.
“Un país sin fronteras no es un país. No sé por qué eso es tan difícil de entender para algunas personas”, dijo el fiscal al comenzar su discurso de poco más de unos 30 minutos el martes a medio día.
Entre sus quejas contra la inmigración ilegal, Sessions dijo que desde que los inmigrantes se enteraron que si traían a un menor de edad con ellos los dejarían entrar al país, la inmigración ilegal ha aumentado de 15,000 en el 2013 a 88,000 en el 2018.
“Si no arreglamos nuestras leyes el flujo de inmigración ilegal continuará. Con esto viene el incremento de tráfico de drogas, trata de personas y otros crímenes”, aseguró el fiscal, quien pidió compasión por los afectados a manos de criminales indocumentados.
“¿Dónde esta su compasión por las víctimas de violación?”, cuestionó Sessions.
El fiscal también dejó claro que una mayoría de ciudades en Estados Unidos “no son” ciudades santuario y eso debería desaparecer. “El 80% de los estadounidenses se oponen a las ciudades santuario”, dijo Sessions.
“Estamos en la era de Trump. Estamos acatando las leyes de nuevo”, enfatizó el fiscal.