Líderes de las ciudades santuario responden a la amenaza de Trump de “enviarles indocumentados”

Las respuestas de los alcaldes (todos demócratas) recuerdan al presidente que los inmigrantes "son personas, no peones" de ajedrez que puede mover a su antojo

La ciudad de Los Angeles no se ha declarado una ciudad santuario, pero muchas de sus reglas protegen a los indocumentados. (Aurelia Ventura/La Opinion)

La Ley de Valores de California (SB54) limita la colaboración de autoridades locales con ICE. Crédito: Aurelia Ventura | La Opinión

El presidente Donald Trump ha dicho -y ha reiterado- su propuesta de enviar a los migrantes no documentados a las ciudades santuario, que rechazan colaborar en la persecución a migrantes. Sin embargo, los dirigentes políticos de las localidades en cuestión no se han quedado callados y han hecho frente al presidente.

Este viernes Trump reconoció que estudia “en serio” llevar a cabo esta medida, según él, porque los demócratas no quieren cambiar las “peligrosas” leyes migratorias del país.

Las ciudades californianas han sido especialmente atacadas por las amenazas del presidente, ya que es el estado que concentra mayor número de las llamadas ciudades santuario. A lo largo de este viernes, sus alcaldes y alcaldesas han criticado la propuesta amenazante del presidente.

La alcaldesa de Okland, Libby Schaaf, consideró un “abuso de poder indignante el utilizar a los seres humanos para resolver” los asuntos políticos. La demócrata fue criticada por avisar a su comunidad de una redada que tenían prevista las autoridades migratorias.

Erick Garcetti, alcalde de Los Ángeles, fue claro al decirle al presidente que los inmigrantes “son personas, no peones”. A través desu cuenta personal de Twitter, el alcalde angelino pidió “no demonizar a los migrantes”.

En San José, el alcalde Sam Liccardo no dudó en dar la bienvenida a todas las personas que estén dispuestas a correr “grandes riesgos por ser parte de nuestro gran país”. Liccardo está en el punto de mira porque un salvadoreño indocumentado de su ciudad está acusado de asesinato.

En declaraciones a Efe, Eddie de la Riva, alcalde de la pequeña ciudad californiana de Maywood, recordó al presidente que el país fue construido por extranjeros.

Desde Nueva York, Bill de Blasio criticó en un comunicado la “crueldad” constante de la política migratoria del presidente. Y declaró a la Gran Manzana como “la ciudad definitiva de los inmigrantes” que es “más segura y próspera que nunca” gracias al incremento de la inmigración.

En Chicago, Rahm Emanuel dijo que Estados Unidos al completo es un “país santuario“. “Las ciudades pequeñas, medianas y grandes de todo el país se identifican repentinamente y rápidamente como ciudades santuario” – afirmó el alcalde en un comunicado. Emanuel también definió a Chicago como la ciudad “más estadounidense de EEUU” gracias intercultural de los inmigrantes.

El alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, coincidió con el argumento de Liccardo y afirmó que su ciudad está preparada para recibir inmigrantes como lo ha hecho durante “décadas”.

De acuerdo con las declaraciones de la Casa Blanca en noviembre y en febrero la intención de esta medida era doble: aliviar el problema de la falta de espacio en los centros de detención y enviar un mensaje a los demócratas.

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