A 40 kilómetros de la capital mexicana, Morelos se desangra

MÉXICO – A sólo 40 kilómetros de la capital mexicana, un estado se desangra por el crimen organizado: Morelos, el estado que apostó a un exfutbolista de la selección mexicana. De lengua larga y confrontación corta, Cuauhtémoc Blanco fue la esperanza avalada por Morena, el partido que fundó el presidente Andrés Manuel López Obrador, para acabar con la violencia.

Sin embargo, desde que tomó las riendas el estado el primer día de octubre de 2018, la criminalidad ha dado un salto en cinismo al punto que el pasado jueves, un joven asesino en solitario confesó haber sido contratado por alrededor de $260 dólares para acabar con la vida de dos sindicalizados en plena protesta frente al palacio de la gubernatura, delante de cámaras y reporteros.

En las últimas horas, en el municipio de Coatlán del Río, colindante al convulso estado de Guerrero, cuatro custodios murieron y cinco más resultaron heridos en una emboscada cuando esperaban el tranporte para dirigirse al Centro Federal de Readaptación Social Femenil de Michapa.

Las organizaciones delictivas consideran al estado como una pieza clave para coronar la droga en la Ciudad de México, la extorsión, trata de personas, trasiego de armas y equipos electrónicos, robo de vehículos y asalto a transeúntes, según información de analistas de seguridad.

Al interés económico se suma un caldo de cultivo que incluye corrupción institucional. El exgobernador predecesor de Blanco fue denunciado en múltiples ocasiones por desvío de recursos, manipulación del congreso y las leyes para beneficio personal político y personal para dejar al estado prácticamente en blanca rota y endeudado.

“Las instituciones están colapsadas. Desde el gobierno panista de Sergio Estrada se conoce que el ministerio público del estado está vinculado con la delincuencia organizada, desde que estaba al frente de la misma el exgeneral Agustín Montiel”, advirtió Gerardo Rodríguez, analista en temas de seguridad de la Universidad de las Américas.

“Está costando trabajo la consolidación del mando único estatal, a pesar de que hay dos marinos al frente de la policía estatal y municipal de Cuernavaca… principalmete porque no funciona el sistema de justicia”.

En el sexenio de Graco Ramírez se quitó el control de la policía a los 36 municipios y se estableció un mando único bajo el control estatal que tampoco ha funcionado: los asesinatos están a la orden del día, a cualquier hora y en cualquier lugar:  bares, restaurantes, calles, sitios deportivos, descampados… Los blancos son jóvenes y viejos, mujeres y hombres.

Blanco afirma que no es su culpa, porque se trata de un asunto federal “por el crimen organizado”, pero sus enemigos lo acusan de inacción, de ser un hedonista más afín al golf que a la función pública.

Por su parte,  AMLO, declaró en conferencia de prensa, que lo que ocurre en Morelos es por descomposición social, el problema es el abandono de la juventud.

“Fíjense a lo que llegamos por abandonar a los jóvenes”.