‘No hay pandillas en el Departamento del Sheriff’ de LA: Alex Villanueva
El alguacil del condado dice que ha puesto orden con el grupo Bandidos en la estación del Este de Los Ángeles
Esta es una serie de tres partes sobre una entrevista que el jefe del sheriff Alex Villanueva otorgó en exclusiva a La Opinión
Alex Villanueva, el Sheriff que desbancó a Jim McDonnell defiende las polémicas decisiones que ha adoptado desde que asumió su cargo hace siete meses y desmiente versiones públicas sobre la presencia de pandillas de alguaciles, y aclara los sucesos que rodean al grupo Bandidos de la estación del Este de Los Ángeles.
“Estamos haciendo lo que se supone, mantener la ley, reducir el crimen, trabajar con la comunidad y crear una vida mejor para todos”, dice Villanueva, en una extensa charla con La Opinión.
¿Cómo lo logra?
“Lo primordial es tener un departamento donde todos los alguaciles trabajen motivados y se sientan contentos de ir al trabajo, de ir a cada vecindario y hacer las ciudades más seguras; esto no se puede hacer con la falta de alguaciles. Cuando yo empecé en diciembre [2018] faltaban 1000 alguaciles en un departamento que estaba desapareciendo bajo el mando de mi antecesor [Jim McDonnell] y por tener pólizas negativas para retener y reclutar a nuevos alguaciles. Pero nosotros cambiamos la fórmula y ahora estamos dando los resultados. En los primeros siete meses reducimos el crimen 7%. Eso es significativo”,
¿Cuáles son las áreas específicas de mayor reto?
“Primero está la violencia de los pandilleros en el sur de Los Ángeles que afecta en general a las comunidades latina y afroamericana. Este problema es un reto histórico, la segunda son los robos a casas donde los ladrones tocan a la puerta y si se dan cuenta que no hay nadie se meten a robar. La mayor parte de los robos se están dando en áreas donde vive gente con dinero: Beverly Hills, La Cañada Flintridge, Malibú o Hacienda Heights los ladrones operan mayormente en el día”.
‘Sin licencia para matar… Los Bandidos’
Históricamente la gente no cree en las fuerzas del orden. Muchos dicen que los agentes están ahí con una licencia para matar.
“Depende de quien hablas. La mayoría de los elementos ruidosos que no creen son las familias de los pandilleros, sobre todo cuando los arrestamos y el fiscal de distrito les pone cargos, cuando son declarados convictos y pasan tiempo en la cárcel; esa gente nunca va a tener una imagen positiva del departamento, pero la mayoría piensa diferente y cree que es algo positivo; por ejemplo, todos los nuevos agentes que estamos reclutando son de familias que viven en cada una de las 23 estaciones de alguaciles. Esa es una imagen positiva para una carrera profesional”.
Se ha dicho que el Inspector General Max Huntsman podría obtener el poder de citación para investigar a las pandillas de agentes del Sheriff. ¿Cuántas pandillas hay en su departamento?
“No hay pandillas. La definición de una pandilla es que un grupo tiene los mismos símbolos o nombre y están conspirando para cometer crímenes y eso, obviamente no existe. Sí, tenemos algunas personas que se han identificado como miembros de un grupo en una estación y otra que se maltratan entre ellos mismos. Ya lo estamos resolviendo. Eso pasó en el Este de Los Ángeles donde quitamos al capitán de la estación y transferimos a 40 alguaciles e iniciamos una investigación criminal; allí, una minoría acosaba a los alguaciles más jóvenes”.
¿Se refiere a los ‘Bandidos’?
“Ese problema lo estamos resolviendo; iniciamos una investigación criminal y una investigación administrativa”.
En la estación del Este de Los Ángeles, los alguaciles Nikolis Pérez y Jonathan Rojas -presuntamente dos miembros del grupo Bandidos- están siendo acusados en una demanda civil y criminal que lidera el abogado Humberto Guízar, a nombre de Lisa Pérez, la madre de Jonathan Daniel Vargas, el joven latino de 21 años de edad que fue abatido de 13 disparos, el 12 de agosto de 2018. Vargas recibió dos disparos a la cabeza. Una bala entró por la oreja izquierda y otra penetró un hueso del cráneo, por detrás de la cabeza y el proyectil salió por la boca, además de otros 11 disparos en el torso,
“También estamos capacitando a todos los sectores en el Departamento; digo a todos los jóvenes alguaciles que no se pongan tatuajes, que solamente se hagan llamar alguacil y que son parte de un departamento específico: Los Ángeles, Carson o de la cárcel central, que no haya nada secreto”.
En septiembre de 2018, el sargento Mike Hernández y los alguaciles Rafael Muñoz, Gregory Rodríguez y David Silverio fueron puestos en licencia administrativa, luego de participar en un pleito en una fiesta en el Este de Los Ángeles.
El Inspector General, Max Huntsman ha identificado presuntamente a grupos de alguaciles tatuados que son sospechosos de racismo, sexismo y violencia: Bandidos, Reapers, Spartans, Regulators y Vikings.
¿Acaso no son grupos secretos?
“Yo inicié una póliza nueva donde podemos imponer disciplina a los alguaciles que se involucren en situaciones o incidentes donde se pierde el respeto de la comunidad o que el Departamento tenga que ver con un grupo como los bandidos, y la disciplina puede ser desde una referencia negativa hasta ser despedido del departamento”.
Desmiente investigación del FBI
¿Le preocupa a usted que se haya involucrado el FBI en una posible investigación de su departamento?
“No hay ninguna investigación del FBI. Esa información fue falsa; nosotros siempre hemos estado dispuestos a asistir al FBI cuando ellos quieran hacer cualquier investigación”.
¿Usted no ha sido requerido por el FBI para informar sobre los subgrupos del Sheriff?
“Repito. Esa información fue falsa; el origen de esa información fueron alguaciles que hicieron una queja legal contra el departamento; son los mismos que están haciendo la queja contra los Bandidos”.
Villanueva especificó que, del grupo Bandidos, cuatro alguaciles son sujetos de una investigación criminal, aunque uno ya se retiró y quedan tres en el trabajo y son investigados administrativamente.
Un alguacil enfrenta a la justicia por homicidio
Usted conoce el significado de justicia, algo que generalmente se ha negado durante mucho tiempo a víctimas que han sido asesinadas por alguaciles, que han sufrido violación de sus derechos civiles y las demandas en su contra concluyen en arreglos económicos ¿Acaso la justicia se compra con dinero de los contribuyentes?
“No. Eso no pasa con nosotros. Tenemos que separar la justicia criminal de las demandas civiles. Son dos cosas diferentes; cuando hacemos algo que es en contra de la ley o de la ley de agravio, ésta ha sido afectada negativamente, entonces nosotros quedamos a deberle a las personas que llegaron a un acuerdo”.
Pero han pasado décadas y décadas y la gente a muerto a manos de alguaciles y nadie es encarcelado. ¿Por qué?
“Eso no es correcto. Ahora mismo tenemos a uno que está siendo juzgado por homicidio”.
En efecto, Luke Liu, fue acusado de homicidio voluntario el 24 de febrero de 2016, por disparar y matar a Francisco García en una gasolinera de Norwalk.
Liu, de 40 años, fue acusado en diciembre de 2018. Se convirtió en el primer oficial en ser acusado de un tiroteo en servicio desde el año 2000, cuando el agente de policía de Los Ángeles, (LAPD) Ronald Orosco, fue acusado de dispararle a un motorista desarmado en septiembre de ese año durante una disputa de una citación de tráfico.
Desde hace 20 años, han ocurrido más de 1,500 tiroteos que involucra a agentes del orden, sin haber enfrentado cargos.
Sin embargo, en 2016 un total de 157 personas murieron a manos de policías y alguaciles en California, y más de la tercera parte -55- ocurrieron en Los Ángeles.
“Tenemos que entender el contexto de esas muertes; de cuántas fueron, cuándo se trató de detener a una persona armada, si estaba cometiendo un delito grave, que es en la gran mayoría, cuántos lucharon contra los alguaciles para prevenir su arresto… Cuando entendemos eso y vemos que son 10 millones de habitantes en el condado de Los Ángeles, la cantidad [de muertes] es pequeña, y si la comparamos con hace 20 años es mucho menor. Nosotros estamos mejorando al capacitar a los alguaciles para prevenir el uso de las armas letales, tratando de resolver los conflictos al hablar; tenemos diferentes armas que no son letales como tasser para inmovilizar, balas de plástico o gas lacrimógeno. Estamos usando otras técnicas para prevenir la pérdida de vidas, y puedo decir que está disminuyendo gradualmente el uso de las armas, aunque no el ataque contra los oficiales como sucedió con la muerte reciente de nuestro compañero Joseph Gilbert Solano”.
Solano, de 50 años de edad, fue baleado al azar el pasado 7 de junio en un restaurante Jack in the Box en Alhambra. El sospechoso del asesinato, Rhett Nelson, de 30 años, originario de St. George, Utah se encuentra en prisión, a la espera de su sentencia.
Mañana: 600 inmigrantes excarcelados de Los Ángeles no fueron deportados y el Sheriff Villanueva defiende la polémica recontratación de un alguacil que lo tienen enfrentado con la junta de Supervisores por la supremacía del poder
2da Parte
Indocumentados ‘criminales’ son entregados a “la migra” para su deportación
3ra parte
‘Quieren tener supremacía sobre mí y el departamento’: Villanueva