Un repartidor de Best Buy fue a entregar una lavadora y mató a la clienta: el asesino pidió que lo maten a él
El hombre pidió a los policías, durante el interrogatorio en una estación de Florida, que lo mataran porque "ya no iba a ver la luz del sol"
Evelyn Udell, de 75 años, había ordenado una lavadora y una secadora para que se la enviaran a su casa. Crédito: NBC6 | Cortesía
Un repartidor del sur de la Florida acusado del brutal asesinato de una mujer en su casa de Boca Raton, al norte de Miami (Florida), pidió a los investigadores que lo mataran, según un nuevo video de su interrogatorio policial que tuvo lugar el año pasado.
Las imágenes publicadas muestran a los oficiales interrogando a Jorge Luis Dupre Lachazo, de 21 años, durante más de dos horas después del asesinato, el 19 de agosto, de Evelyn Udell, de 75 años.
Te puede interesar: Misterioso asesinato en Miami: borran el Instagram de la víctima y su teléfono no aparece
“Nunca volveré a ver la luz. Sacadme de aquí y matadme”, dijo a los inspectores mientras estaba en el suelo de la sala de interrogatorios.
Según la policía, Lachazo y otro conductor habían sido contratados por Best Buy para entregar una lavadora y una secadora a la casa de Udell.
En el momento de la entrega, el conductor estaba afuera haciendo algunas llamadas telefónicas a la oficina cuando, de repente, escuchó gritos desde el interior de la casa. Corrió hacia adentro y encontró a Udell en el suelo cubierta de sangre.
Te puede interesar: Puertorriqueño asesina a su familia y luego se suicida en Orlando, Florida
Lachazo huyó de la escena en el camión de reparto, pero luego fue atrapado. La policía dijo que golpeó a Udell con un mazo y la roció con un químico líquido antes de que se produjera un incendio. El acusado admitió haber golpeado a la mujer y rociarla con el químico, y les dijo a los oficiales que había consumido cocaína y marihuana unas horas antes.
La policía acusó al hombre, residente de la ciudad de Hialeah -aledaña a Miami-, de asesinato en primer grado por la muerte de Udell, que trabajaba en la biblioteca de Universidad Atlántica de Florida. Los fiscales han dicho que buscarán la pena de muerte.
