El Maratón de Los Ángeles sigue en pie para el domingo a pesar de emergencia por coronavirus
Autoridades recomiendan a los 27,000 atletas no estrechar manos y a los fans guardar distancia
El maratón pasando por Music Center. Crédito: Jonathan Moore | Getty Images
A pesar de la emergencia de salud por coronavirus declarada esta semana en el condado, el Maratón de Los Ángeles se realizará el domingo como estaba programado.
Pero las autoridades hicieron el viernes algunas recomendaciones de prevención tanto para atletas como para espectadores de la carrera en su edición 35, cuya ruta inicia en Dodger Stadium y finaliza cerca del muelle de Santa Mónica.
“No estamos recomendando en este momento la suspensión de ningún evento público grande”, dijo Bárbara Ferrer, directora del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, mediante un comunicado.
Las recomendaciones para los asistentes al evento incluyen mantenerse a seis pies de distancia de los demás y que quienes se sientan enfermos no salgan de sus casas, mientras que para los corredores se recomienda que se laven las manos antes de la arrancada y que no estrechen las manos con otros atletas ni con espectadores.
El Maratón de Los Ángeles es uno de los más grandes del mundo. Se esperan unos 27,000 atletas para las distintas competencias, incluyendo participantes de los 50 estados del país y de un total de 78 países. Las primeras pruebas del domingo -silla de ruedas- están programadas a las 6:30 am.
Aunque el evento está en pie, la situación se mantiene bajo monitoreo. El conteo de personas contagiadas en el condado hasta la noche del viernes era de 13 entre 69 casos en California.
“Estamos monitoreando la situación de manera activa y comunicándonos directamente con los participantes vía canales sociales, email y nuestro website para actualizarlos conforme nos enteramos más”, dijo Murphy Reinschreiber, director de la Fundación McCourt, organizadora del evento, a Los Angeles Times.
La declaración de emergencia de salud en el condado supone facilitar los recursos públicos necesarios para enfrentar una posible crisis. Se trata de una medida preventiva.
