Las causas por las que un perro no se lleva bien con un niño y cómo solucionarlo
El proceso de introducción de un can a casa siempre debe estar a cargo de un adulto porque hay varios problemas que pueden resolverse mediante la socialización y la obediencia
En ocasiones, la introducción de un perro al hogar puede tener algunos problemas de convivencia con los niños pequeños debido a la raza del can, a la procedencia del mismo, a miedos y comportamiento de los pequeños, al nulo adiestramiento de la mascota y a la falta de socialización y obediencia. Sin embargo, es posible establecer una relación armoniosa entre ellos si se trabaja en ella.
Muchas personas se preguntan por qué su hijo no se lleva bien con el perro y las razones pueden ser múltiples. A muchos niños les dan miedo los perros o piensan que es un “juguete” y le jalan la cola, le pican los ojos, los abrazan y otras situaciones que pueden generar encontronazos. Además, no todas las razas de perros tienen buena relación con los miembros más pequeños del hogar, según OKdiario.
Otras veces, si los perros son adultos o provienen de la calle se debe tener más paciencia porque se trata de un animal que ya vivió distintas situaciones adversas. Si el can gruñe al niño se creará una relación de desconfianza. El proceso de socialización y obediencia es clave para llevar las relaciones familiares un buen punto.
Cabe destacar que los perros son animales que suelen vivir en manadas con jerarquías visibles. Si el animal de compañía identifica al niño como el más pequeño de la familia, su actitud hacia él será un tanto hostil. Los adultos le deben dejar en claro tanto a la mascota como al pequeño que deben respetarse y cuidarse mutuamente. De hecho, la convivencia suele ser más sencilla cuando el perro llega al hogar durante sus primeros tres meses de vida.
En otros casos, el can y un pequeño suelen no llevarse bien por malas experiencias pasadas experimentadas. Si esto es así, los primeros encuentros entre el pequeño y el animal deben ser controlados, bajo la supervisión de los adultos. Trabajar la confianza del niño será vital.
Algunas razas como chihuahua, rottweiler, bullmastiff, husky siberiano, chow, el galgo y el chin japonés podrían no ser tan recomendables para los niños y son mejores para ser criados por un adulto. Por lo anterior, se debe analizar a la raza elegida antes de llevar el ejemplar a casa.
Consejos para mejorar la relación
Aunque llevar una mascota al hogar a una edad temprana ayudaría a una relación adecuada con los niños, la socialización y el establecimiento de la autoridad serán claves necesarias en todo momento, se le debe educar a la mascota y poner límites para establecer quién tiene el mando.
De igual manera hay que recordar a los niños que los animales son seres vivos que si se les agrede, de manera instintiva tratarán de defenderse. Un perro sin ningún tipo de adiestramiento corre el riesgo de mostrar conductas violentas.
Las razas más amables para convivir con pequeños son beagle, border collie, yorkshire terrier, bóxer y el golden retriever. Sus ejemplares se caracterizan por ser protectores, juguetones y dados al contacto humano, pero aún sí se les debe educar, solos no van aprender.
Nunca se debe dejar al animal de compañía solo con los niños por mucho tiempo, sobre todo durante los primeros encuentros porque el can aún no tiene establecidas las normas más básicas de comportamiento y el niño puede también tener algún comportamiento que despierte el instinto de supervivencia del perro.
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