Trump reconoce que podría haber 100,000 muertes por coronavirus
El presidente admitió también que Inteligencia le advirtió en enero de la amenaza del nuevo brote
El presidente Donald Trump pronosticó la noche de este domingo que Estados Unidos podría alcanzar las 100,000 muertes como consecuencia de la pandemia del coronavirus. La nueva cifra del mandatario es bastante mayor a la que anunció hace unas semanas, cuando empezó a presionar a los gobernadores para que abrieran sus estados.
Trump, que el mes pasado dijo que morirían 60,000, reconoció que se ha probado que el virus es más devastador de lo que se esperaba. Aún así, continuó insistiendo en la reapertura de playas y parques y consideró que las escuelas deben retomar la formación presencial en otoño.
“Vamos a perder entre 75,000 y 100,00 personas“, dijo en un programa de Fox News. “Es terrible. No deberíamos perder a una [sola] persona por esto”, añadió en un momento en el que la cifra de decesos supera los 67,600, según la Universidad Johns Hopkins.
Pero el reconocimiento del presidente no vino solo. Trump aprovechó para adjudicarse el mérito de evitar que el número fuera peor. “Si no lo hubiéramos hecho (restringir vuelos a China y a Europa), habríamos perdido 1.2 millones [de personas], 1.4, 1.5. Ese el el mínimo. Probablemente hubiésemos perdido más [personas]. Es posible que más de 2.2 [millones]”.
Informes previos sobre COVID-19
Durante las dos horas de programa, Trump también admitió que en la sesión de Inteligencia del 23 de enero le advirtieron sobre el coronavirus pero, según sus propias palabras lo que ahora es una pandemia se retrató entonces como un asunto de menor importancia.
El presidente confirma así las investigaciones periodísticas que apuntaban a que varios informes de inteligencia nombraban el virus. No obstante, el mandatario dijo que no se referían a él de una manera que, por alarmante, requiriera atención inmediata.
“El 23 de enero me dijeron que podría estar entrando un virus pero que no tenía importancia”, dijo Trump. “No fue un ‘Oh, tenemos que hacer algo, tenemos que hacer algo’. Fue una breve conversación […] el 23 de enero. Poco después cerré el país a China. Había 23 personas en la sala y yo era el único que quería cerrarlo”, argumentó.
Trump se refería con este “cierre” a las restricciones de vuelos procedentes de China -donde se originó el brote- que implantó el 30 de enero. Pero esta medida se la había recomendado algunos de sus asesores en salud pública, según The New York Times, y llegó después de que las principales aerolíneas estadounidenses empezaran a cancelar vuelos.