5 razones para no beber jugo de naranja procesado
El jugo de naranja procesado no es una bebida recomendada para niños
Si bien el jugo de naranja recién exprimido contiene nutrientes saludables como vitaminas, minerales y fitoquímicos, el jugo de naranja procesado no es lo saludable e inofensivo que pudieras pensar.
Favorecen el sobrepeso y la obesidad
Un litro de jugo procesado puede contener el equivalente a 20 cucharadas cafeteras de azúcar (100 g).
El cuerpo no “registra” las calorías líquidas. Esto puede llevar a una persona a seguir comiendo incluso después de tomar una bebida alta en calorías. Las bebidas azucaradas pueden estimular el apetito por otros alimentos dulces con alto contenido de carbohidratos.
Las bebidas azucaradas afectan a niños y adultos. Estudios han encontrado un vínculo significativo entre el consumo de estas bebidas y la obesidad en los niños.
Elevan tus niveles de glucosa en sangre rápidamente
El jugo de naranja tiene un índice glucémico más alto que una naranja ya que esta tarda más tiempo en ser digerida, lo que provoca que la liberación de glucosa en sangre sea más lenta.
Mayor riesgo de enfermedad cardíaca
Más allá del aumento de peso, el consumo habitual de estas bebidas puede elevar el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y otras enfermedades crónicas.
Proceso retira la vitamina C
En el proceso de pasteurización el jugo se eleva la temperatura hasta un nivel inferior al de su punto de ebullición para después enfriarlo rápidamente, gracias a esto se destruyen los microorganismos pero la bebida pierde vitamina C.
El jugo de naranja pasteurizado tiene menos de actividad antioxidante inmediatamente después del procesamiento térmico.
Algunas marcas pueden reincorporar la pulpa despúes de la pasteurización y añadir vitamina C.
No ofrece los beneficios de la fibra
Las naranjas son prensadas para extraerles el jugo y se descarta parte de la pulpa así como restos de corteza y de la piel de los gajos, resultando un líquido sin fibra.
Se trata de fibra soluble, que retiene agua, favorece el tránsito intestinal; ayuda a disminuir la absorción de grasa, ayuda a reducir los niveles de glucosa y el colesterol en la sangre, además de tener un efecto saciante.