Por qué nunca debes usar el parking de la palanca de velocidades como freno de mano
Este mal hábito compromete la fiabilidad de la caja a largo plazo y somete a sus componentes a un estrés innecesario
Los autos de transmisión automática son hoy en día una de las opciones favoritas de los conductores, pues la comodidad al conducir es más favorable para algunos en comparación con un auto de transmisión manual. Sin embargo, estacionar un auto de trasmisión automática no resulta tan sencillo como parece, pues uno de los vicios más comunes en el uso de las cajas automáticas es usar la posición de parking como si fuera el freno de mano.
Algunos conductores usan la posición de parking del cambio automático para impedir que el coche se desplace una vez aparcado, sin embargo, al levantar el pie del pedal de freno de servicio, el coche se mueve unos centímetros hasta que la caja de cambios para su inercia, con un movimiento doloroso para el auto.
Y es que, al realizar la acción anterior, todo el peso del coche recae sobre ciertos componentes de la caja de cambios del auto, en vez de contra los frenos mucho más potentes del freno de mano, diseñados para parar la masa del coche en movimiento y soportar su peso una vez estacionado.
De acuerdo con el portal Diariomotor, cuando engranamos la posición ‘P‘ usando la palanca de cambios, una especie de pasador “muerde” el eje secundario de la caja de cambios, bloqueándolo para impedir su movimiento. Sin embargo, si no se activa el freno de mano, estaremos sometiendo a estos componentes a un estrés innecesario.
La opción de “parking pawl” puede llegar a dañarse con el tiempo, especialmente si aparcamos en zonas con fuertes inclinaciones. Es en dichas situaciones cuando escuchamos un fuerte golpe en la caja de cambios al mover la palanca de cambios, posiblemente debiendo hacer más fuerza de la cuenta sobre la palanca. Además del trinquete, podemos dañar el varillaje de la caja de cambios si hacemos fuerza excesiva sobre la palanca.
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