Especialistas tachan de inconveniente que AMLO visite la Casa Blanca
El mandatario mexicano aún no ha confirmado la fecha de la probable vista a su homólogo estadounidense
MÉXICO – El excanciller Bernardo Sepúlveda envió una carta al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, en la que considera altamente inconveniente para el interés nacional la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a su homólogo en Estados Unidos, Donald Trump.
“No existe, a mi juicio, un fundamento político que explique una visita de esta naturaleza”, expuso.
“Tampoco existe un motivo que justifique la oportunidad de la visita, en momentos en que se lleva a cabo un proceso electoral en Estados Unidos y en donde la asistencia del presidente López Obrador a una ceremonia irrelevante se habrá de interpretar como un apoyo a la reelección del presidente Trump”.
El exfuncionario consideró que, de realizarse esa visita, los efectos políticos negativos que se producirán en México y en Estados Unidos serán perdurables.
“Pretender inclinar la balanza en favor del presidente Trump en este clima político no parece ser la mejor apuesta”, comentó.
Señaló que actualmente el candidato demócrata Joe Biden tiene un ventaja de 14% frente a Trump, por lo que la visita de López Obrador producirá una reacción de profunda antipatía en el Partido Demócrata.
“Si Biden gana la Presidencia, su antagonismo hacia México será evidente en las políticas bilaterales que adopte”, advirtió.
“Pero aún si Biden no es el triunfador en la contienda presidencial, es muy probable que el Partido Demócrata mantenga su mayoría en la Cámara de Representantes y, además, que gane el control del Senado estadounidense. De ser ese el caso, el Partido Demócrata se encargará de pasarle la factura política a México, con las nefastas consecuencias del caso”.
Consideró que si Biden gana la Presidencia y el Partido Demócrata el Congreso, los últimos cuatro años del mandato del Presidente López Obrador transcurrirán en un ambiente repleto de dificultades en la relación bilateral, en donde México será el principal perdedor.
Ejemplificó que las dos visitas del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari a su homólogo estadounidense George Bush previo a la elección de 1992 provocaron que al triunfo de Bill Clinton el Tratado de Libre Comercio entrara a una revisión en los temas laborales y de protección al medio ambiente, lo que difirió casi un año su entrada en vigor.
De igual manera, la invitación del entonces candidato republicano Trump a México por parte de Enrique Peña Nieto el 31 de agosto de 2016 se interpretó como un respaldo, por lo que el Partido Demócrata se sublevó.
“Trump y su antagonismo y desprecio hacia México no podrán quedar en el olvido y, sin más, borrarse de la memoria de los mexicanos, desplazando su dignidad, su respeto y su orgullo patrio”, opinó.
En ese sentido, afirmó que el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entrará en vigor independientemente de la visita de Obrador, por lo que no hay una relación causa-efecto.
Asimismo, expresó que el agradecimiento a EE.UU. or el suministro de respiradores para pacientes Covid-19 se puede hacer a través de una carta de aprecio reconociendo la ayuda recibida o, en el caso extremo, mediante una videoconferencia entre ambos Mandatarios.
Agregó que hasta la fecha, el Primer Ministro Justin Trudeau no se ha comprometido a acudir a Washington, por lo que pierde sentido invocar el T-MEC como fundamento de la visita.
De igual manera, señaló que esto no puede catalogarse como una visita de Estado, pues no habrá un ceremonial más amplio -como pronunciar un discurso ante el Congreso estadounidense-, y sólo se trata de una visita oficial con Trump.
“Con base en el conjunto de los planteamientos que he formulado, no encuentro ninguna ventaja política o económica que beneficie a México en la visita que realice el Presidente López Obrador a Washington para entrevistarse con el Presidente Trump”, compartió.
“Considero, por el contrario, que esa visita afectará negativamente al interés nacional, produciendo un efecto de desagrado y repudio entre los mexicanos, de una profunda decepción al quedar vulnerados los principios que pertenecen a una tradicional política exterior, en donde la respetabilidad de la nación mexicana es un valor supremo e indeclinable, valor que ahora es imperativo mantener inmaculado”.