“Todo está destruido”, dice mexicano que sobrevive a explosiones en Beirut
Ruen Roguez narra los momentos de terror que vivió durante las dos explosiones la capital libanesa que ha dejado más de 130 muertos y 6,000 heridos
“Sales a las calles y todo está destruido, hay temor. Existe un rumor constante de que pueda estallar una guerra”.
Para Ruen Roguez, un mexicano, quien desde hace un año radica en Beirut, capital del Líbano, el martes 4 de agosto de 2020 será una fecha que quedará estampada en su memoria.
Alrededor de las 18:00 hora local, una masiva explosión se registró en el puerto de Beirut -en la zona centro de la urbe- que, hasta el último parte oficial del Ministerio de Salud del Líbano, ha dejado 137 muertos y más de 5,000 heridos.
“Estaba, junto con mi equipo de trabajo, a punto de entrar a mi oficina, la cual está localizada a unos 5 kilómetros de distancia del puerto, y de pronto escuchamos la explosión y le pedí a mis compañeros que buscáramos refugio abajo de las mesas”, narró Ruen.
Roguez comentó que en Beirut, desde hace un tiempo, la gente vive con el miedo de que en cualquier momento pueda detonar un conflicto bélico de gran escala a causa de las constantes tensiones que se han presentado en las relaciones entre Líbano y países como Israel.
“Llevamos semanas pensando que va a desatarse una guerra. Siempre te enteras de que cayó una bomba en tal lugar o que se derribó algún avión militar en la frontera con Israel”, apuntó.
De acuerdo con el jefe de Seguridad General del Líbano, Abbas Ibrahim, la detonación tuvo lugar en un almacén en donde había al menos 2,750 toneladas de nitrato de amonio que iban rumbo a África.
Ante esta afirmación, el presidente del país, Michel Aoun -quien calificó el incidente como una “tragedia nacional”- sostuvo que era inaceptable que dicha cantidad de material explosivo haya sido almacenada en el centro de la capital sin las medidas de seguridad pertinentes.
Luego de la explosión, cientos de personas optaron por abandonar el centro urbano de Beirut ante la posibilidad de que se hubiera tratado de una agresión deliberada. Otros, pese al miedo, acudieron al distrito en donde tuvo lugar el incidente y ayudaron a quienes quedaron atrapados entre escombros.
“Mucha gente empacó sus cosas y partió hacia las montañas. Ese es un plan de emergencia que se ha marcado en esta zona”, refirió Ruen al momento de ser cuestionado sobre la reacción de los habitantes de Beirut.
La detonación provocó el derrumbe de varios inmuebles en las demarcaciones aledañas al puerto. Asimismo, múltiples automóviles resultaron volcados y diversas estructuras colapsaron. Los hospitales metropolitanos reportaron que se llenaron rápidamente, por lo que se difundieron peticiones para donaciones de sangre y equipo de asistencia médica.
“En el edificio en el que vivo, la mayoría de las personas desalojaron porque sus departamentos tuvieron daños, como vidrios rotos y cosas así. Afortunadamente el mío no presentó algo similar”, detalló el artista mexicano.
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, comunicó que el Consulado mexicano en la capital libanesa no había dado cuenta de víctimas y enunció que la sede diplomática dispuso recursos para apoyar a los afectados por la explosión.
Las autoridades de Líbano -mediante una reunión del Alto Consejo de Defensa a la que también acudió el Primer Ministro, Hassan Diab- acordaron conformar un comité para investigar los hechos y pagar una compensación a las familias de las víctimas.
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