La ‘Dodgermanía’ se apodera del Este de Los Ángeles
Artistas del graffiti colocan su arte sobre una casa en honor a los campeones de la Serie Mundial
Héctor “TETRIS” Arias, un artista de graffiti que nació en Ixtlán, Michoacán (México) y criado en el sureste de Los Ángeles, siempre espero que los Dodgers se proclamaran campeones mundiales de las Grandes Ligas.
Quería vivirlo para plasmar su euforia mediante la pintura, en la que destaca el rostro del zurdo lanzador mexicano, Julio Urías —quien logró el salvamento del sexto y definitivo juego de la Serie Mundial ante los Rays de Tampa Bay.
Héctor, de 35 años de edad, además de otros reconocidos grafiteros -ATLAS, BIG E., CULTIVARTE, CHEE, DEITY, DILLINGER, DOOM, FARM, OLDIE, PLEK, RESE, SAENASE y THUNDER- pintaron la tercera “Dodger House” de la historia, ubicada entre las calles Rowan y Tercera, en el Este de Los Ángeles.
Si bien Julio Urías fue la estrella de octubre en Grandes Ligas, Héctor lo ha sido entre la comunidad latina, porque la tradición de manifestar la cultura a través del graffiti se ha extendido hasta lograr unir al Este angelino.
“No solamente se trata de destacar a los Dodgers como parte de la cultura de Los Ángeles, sino también hacerlo en una zona donde los recursos para las artes son contados y, de hecho, los quitaron”, dijo “Tetris” Arias a La Opinión.
“Quitar los recursos públicos para las artes es como robarles los sueños a los niños; tenemos que unirnos para rescatar las artes”.
Héctor firma su arte con el seudónimo TETRISWAI. TETRIS es su apodo como artista graffitero y WAI (Wisdom and Imagination/ Sabiduría e Imaginación), las virtudes que le bastaron para superar los obstáculos que el barrio le presentaba en su adolescencia: venta de drogas, pandillas y muchos otros problemas, que logró evadir hasta que logro una licenciatura en artes en Cal State Los Ángeles.
“Quería que mi madre [Yolanda Arias] se sintiera orgullosa de mí”, contó el hombre que llegó a EE.UU. a los 6 años. “Alguna vez llegué a pensar en vender drogas para ser rico, pero abandoné la idea muy rápido y me dediqué a estudiar mucho, hasta graduarme con honores”, reveló.
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Esta es la tercera casa “Dodger” que organiza Tetris. Igual que las dos anteriores, es proporcionada por Altamira Realty, el mismo grupo de bienes raíces que también proporciona la pintura los artistas.
A Héctor, sus amigos graffiteros profesionales ya lo consideran “brujo”, porque, sin saber que los Dodgers se proclamarían campeones, decidió que el frente de la casa debería tener el rostro del culiacanense Julio Urías.
En los trabajos anteriores pintaron al “Toro de Etchohuaquila”, Fernando Valenzuela y a Clayton Kershaw.
“Este trabajo lo hago para la comunidad y enseñarles a los morros [niños] que en la vida también pueden ser artistas del grafito y de murales”, expresó.
Otro afamado artista graffitero, David “Thunder” Calvillo, de 41 años, llegó desde Las Vegas, Nevada para poner su granito de arena y pintar en una puerta de la casa una imagen en forma de caricatura del lanzador Robert Ernie “Babo” Castillo Jr., quien estuvo en el bullpen de los Dodgers en la Serie Mundial de 1981, lanzando una entrada contra los Yankees de Nueva York. Bobby Castillo, campeón mundial con los Dodgers en 1981, murió de cáncer a los 59 años, en 2014.
“Yo tengo 25 años dedicándome al arte del grafito”, indicó.
“Pero cuando estábamos morros (pequeños) la policía nos castigó varias veces y nos encerraban en la ‘grande’ (la cárcel); pensaban que éramos unos malandros, aunque lo que nosotros queríamos era expresar nuestro arte”.
Recordó que su pasión por los Dodgers comenzó con su padre “Nacho” Calvillo, un inmigrante michoacano que tenía su taller mecánico en el Este de Los Ángeles y era un fanático de Fernando Valenzuela, durante la época de la llamada “Fernandomanía” de los Dodgers y escuchaba todos los partidos que narraba el ecuatoriano Jaime Jarrín.
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Todos los días, por la casa azul siguen desfilando decenas de automóviles y seguidores del equipo para admirar el trabajo de los artistas del graffiti y tomarse “selfies”.
“Siempre me ha gustado el béisbol”, dijo Charlie Hagel, quien llevó a su hijo “Baby C” al lugar. “Soy [fanático de] Dodgers desde que nací”.
“Yo estoy en mi hora de lunch y vine a ver cómo había quedado la casa; está hermosa”, comentó Diana Alvarado, empleada de un supermercado Vons que vive en la ciudad de Whittier.
Por su parte, el “Mariachi Loco” de Boyle Heigths, Richard Moreno, con su letrero “Azul hasta la muerte” y con su sombrero de charro, destacó el talento de los graffiteros para honrar al equipo, “porque ganamos en campeonato con honor y porque Julio Urías se fajó como los verdaderos machos en la lomita”.
Era tal la euforia del “Mariachi Loco” que hasta se dio tiempo para lanzar el clásico “¡Ajúa!” que entonan los bravíos charros mexicanos.
Pero nada de eso importaba. Los Dodgers fueron el mejor equipo de la temporada de MLB en 2020 y el mejor equipo ganó la Serie Mundial en Arlington, Texas.
Los Dodgers estaban “Out of the Dark” (Fuera de la Oscuridad) como escribió“TETRIS” debajo de la imagen de un estadio de béisbol en su obra, dándole significado a las más de tres décadas de no saborear las mieles de la gloria.
Y en el Este de Los Ángeles, los artistas grafiteros tenían su propio festejo. Porque ellos son también parte de la historia de Los Ángeles.
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