Tarjeta Roja: Por fin, México puede soñar con el quinto partido (es en serio)
La Federación está aplicando -por fin- medidas diferentes para obtener resultados diferentes
¿Se vale que ilusionarse con esta Selección Mexicana? La respuesta es Sí.
México está encarando un proceso mundialista diferente, con una seriedad nunca antes vista y con una planeación notable que hace pensar que tiene todo para hacernos soñar con un quinto partido. Sí, es en serio.
En retrospectiva, México nunca ha completado un proceso mundialista con un técnico de renombre internacional, tampoco es que haya tenido muchos, pero César Luis Menotti y Sven Goran Eriksson vieron truncados sus sueños mundialistas básicamente por “grilla” y por una pésima efectividad, respectivamente.
De ahí en fuera se le ha dado la llave de la selección a técnicos locales a los que influye por completo el viciado medio mexicano y que han sido sometidos a diferentes tipos de presiones para convocar jugadores, aceptar patrocinios, hacer comerciales, jugar miles de partidos “moleros” y muchas otras cosas más.
Es decir, han sido técnicos que, buenos o malos, siempre le han “entrado al aro”, cumpliendo órdenes, básicamente, “cuidando la chamba”.
México gana y gusta
— Luis Omar Tapia (@LuisOmarTapia) November 14, 2020
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La entrada de @orbelin90 fue clave, supo romper líneas y dar pases hacia la espalda de los defensores
¡Están en buenas manos!pic.twitter.com/Y5gayKXobU
Solo hay que recordar los desastres en la selección del “Ojitos” Meza, “Chepo” de la Torre, Hugo Sánchez, Víctor Manuel Vucetich y las aceptables pero EXACTAMENTE igual de mediocres de Javier Aguirre, Ricardo Lavolpe, Manuel Lapuente y Miguel Mejía Barón. Treinta años confiando en la misma fórmula una y otra vez que nos ilusiona solo durante 15 días en los últimos 7 mundiales.
¿Cómo pensar en resultados diferentes si todo se hizo exactamente igual en los últimos 30 años? Es imposible, el resultado lógicamente siempre fue el mismo: un cuarto partido con pocas o nulas posibilidades de ganar, salvo en dos ocasiones (ante Bulgaria en el ’94 y EEUU en 2002) en que simplemente, no se pudo hacer “por angas o por mangas”, ya mejor ni recordarlo.
Pero esta vez es distinto, México tiene un entrenador de otro tipo, que viene de otro mundo en donde no se permiten presiones externas, donde los medios locales presionan con conocimiento de causa y no solo con gritos sin sentido, de uno donde los técnicos (casi) no hacen comerciales y sobre todo, de uno en donde la planeación y la objetividad es lo más importante para cambiar, por fin, el mismo resultado.
Trascender en un Mundial depende de muchas cosas, pero esta vez, con medidas diferentes, también podemos esperar resultados diferentes. Así que sí, se vale soñar con la Selección Mexicana.