Malvenden la antigua mansión de Brooklyn donde vivieron Jennifer Connelly y Paul Bettany
La propiedad, de 112 años de antigüedd, se caracterizó por incrementar su precio con cada venta, pero el actual propietario no corrió con la misma suerte
La antigua casa de Jennifer Connelly y Paul Bettany busca dueño. Crédito: Mike Coppola | Getty Images
El pasado mes de octubre te dimos a conocer que había sido puesta a la venta la antigua mansión de Jennifer Connelly y de Paul Bettany en Prospect Park West, en Brooklyn, sin embargo, la falta de interesados llevó a sus actuales dueños a reconsiderar su postura y a pedir una cifra muy inferior.
El inmueble, construido en 1899 por el arquitecto Montrose W. Morris, fue lanzado a la venta por $12.9 millones, pues se esperaba que siguiera la tendencia que lo había caracterizado a lo largo de su historia, pues todos los propietarios anteriores habían obtenido una ganancia tras su venta.
Ellos la adquirieron en 2015 tras pagar $12.4 millones de dólares, por lo que esperaban obtener una ganancia de $500,000 dólares, sin embargo, la realidad fue muy distinta.
Tras cinco meses en el mercado y tras no haber recibido ni una sola oferta concreta por su hermosa morada, los aún dueños optaron por reconsiderar considerablemente sus pretensiones económicas.
Actualmente la están vendiendo en $12.25 millones de dólares, es decir, una cifra inferior a la que pagaron en su momento.
La vivienda, de 6,500 pies cuadrados y distribuida a lo largo de cinco pisos, cuenta con siete recámaras y tres baños y medio.
También tiene cocina estilo chef, comedor, sala de estar, sala principal, sala de televisión, cava con espacio para 600 botellas, entre otras habitaciones.
Al exterior cuenta con un jardín con césped artificial y una área para hacer una exquisita barbacoa.
Historia de la mansión
A pesar de que los múltiples dueños que han pasado por ahí le han realizado diversas adecuaciones, la casa continúa conservando su aire antiguo, el cual está presente en sus vidrieras originales, en sus columnas de caoba, en sus pisos de espina de pescado, en sus repisas talladas y en sus cinco chimeneas que funcionan a base de gas.
Jennifer y Paul se mudaron a vivir ahí, en 2003, tras desembolsar $3.7 millones de dólares. Cinco años más tarde se la vendieron a un ejecutivo de Google en $8.5 millones.
El directivo de Google la vendió, en 2015, en $12.4 millones de dólares a un fideicomiso vinculado a Apollo Global Management.
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