Liliana Carrillo, la hispana sospechosa de matar a sus 3 hijos, se declara no culpable de robo de auto

La mujer de 30 años está acusada de robar el vehículo -después de estrellar el suyo- con el que encabezó una larga persecución

Liliana Carrillo

Liliana Carrillo fue detenida a 200 millas al norte de donde ocurrieron los hechos. Crédito: LAPD | Getty Images

Liliana Carrillo, la mujer que habría matado a sus tres hijos -de 3 años, dos años y 6 meses en su apartamento del vecindario angelino de Reseda se declaró este miércoles no culpable de robar un auto en su huida hacia el Valle Central.

El fiscal de distrito del condado de Kern había acusado a Liliana Carrillo, de 30 años, de cuatro delitos: robo de auto, intento de robo de auto y dos cargos por usar un vehículo sin el consentimiento de su propietario. Los cargos por la muerte de sus hijos aún están pendientes.

La abuela de Joanna, Terry y Sierra, encontró a los tres niños en su apartamento de Reseda el pasado sábado. Dos de ellos mostraban signos de ahogamiento y los tres tenían heridas que indicaban que habían sido apaleados, aunque aún no se ha hecho pública la causa de la muerte. Cuando la mujer llegó a la vivienda, Carrillo ya no estaba.

La sospechosa fue arrestada horas más tardes en el condado de Tulare, a cerca de 200 millas al norte del lugar donde ocurrieron los hechos. Al volante de un vehículo que presuntamente robó tras estrellar el suyo en la autopista 65, Carrillo lideró una larga persecución.

La mujer de 30 años le robó el auto a la persona que se detuvo para ayudarla tras el choque e intentó robar otra camioneta antes de que la arrestaran el sábado por la tarde en la comunidad Ponderosa del condado de San Joaquín, según los fiscales del condado de Kern. Dicha comunidad está cerca de Porteville, donde Carrillo y su familia vivió hasta el 25 de febrero, según Los Angeles Times, que cita documentos judiciales.

Litigios por la custodia de los niños

Erik Denton, el papá de los niños, le había disputado la custodia de los menores a Carrillo bajo el argumento de que la mujer podía “poner en riesgo el bienestar físico y psicológico” de sus hijos. Un juez del condado de Tulare le concedió entonces la custodia al hombre, pero los servicios sociales de Los Ángeles presuntamente dilataron el cumplimiento de la decisión del juez.

Después de que Denton pidiera una orden de emergencia temporal al tribunal y una evaluación de la salud mental de Carrillo, se redactaron órdenes en una audiencia celebrada el 26 de marzo y se programó otra para el 14 de abril.

Ella solicitó el 12 de marzo una orden de restricción temporal contra Denton por violencia doméstica en la Corte Superior del condado de Los Ángeles, tal y como indican los documentos judiciales.

Advertencia a las autoridades angelinas

Denton había advertido en varias ocasiones a las autoridades sobre posibles problemas de salud mental de la madre de sus hijos, tal y como muestran documentos judiciales que cita el Times.

El hombre relató en documentos oficiales que Carrillo, de 30 años, estaba “extremadamente paranoica” y no inspiraba confianza. El padre de las víctimas dijo también que la mujer hacía afirmaciones muy extrañas como que ella era “la única responsable” de la pandemia de COVID-19 y que su ciudad, Porterville, estaba asolada por una red de pedófilos.

Las advertencias llegaron también a las autoridades del condado de Los Ángeles. Tanto el padre de los niños como sus familiares alertaron a la agencia de bienestar infantil y al Departamento de Policía de Los Ángeles, tal y como confirman registros judiciales. Estas personas habrían considerado a Carrillo un peligro para los niños.

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