Los Ángeles reduce este jueves sus restricciones por COVID-19. ¿Qué cambios habrá?

El condado de Los Ángeles pasa este jueves 6 de mayo a nivel amarillo, el menos restrictivo en el sistema de clasificación por colores que el estado de California utiliza para aplicar medidas que ayuden a detener la propagación del coronavirus. Este nuevo paso permitirá a los bares reabrir en su interior, a las saunas retomar su actividad y a los recintos deportivos recibir a más fanáticos en sus gradas.

Además de Los Ángeles, esta semana también pasan al nivel amarillo otros dos condados del norte del estado: San Francisco y Trinity. Se trata de la antesala a la reapertura completa de la actividad económica de California, que el gobernador Gavin Newsom adelantó que tendrá lugar el próximo 15 de junio.

Las autoridades sanitarias angelinas publicaron el miércoles las reglas específicas para continuar con la reapertura, que van en sintonía con las pautas que había diseñado el estado aunque hay algunas ligeras variaciones.

Con este plan, gimnasios, cines, parques de atracciones, eventos deportivos y otros eventos en vivo, museos, zoológicos y acuarios pueden aumentar su capacidad. Además, los bares que no sirven comida pueden abrir en su interior, al igual que las saunas y los baños de vapor. Todos estos lugares tendrán límites de capacidad.

Dentro de los restaurantes, bares, cervecerías y bodegas también cambia el espacio entre mesas. Mientras que hasta ahora la normativa requería que fuese de ocho pies, bajo el nivel amarillo pueden estar separadas por seis pies de distancia. En los bares concretamente, las personas deben estar sentadas mientras estén comiendo o bebiendo y, en caso de no hacerlo, deben llevar mascarilla.

Respecto a los museos, zoológicos y acuarios del condado de Los Ángeles podrán operar a un 75% de su capacidad, a pesar de que las pautas del estado eliminaban cualquier límite en los espacios interiores de los museos. Por su parte, para los lugares de culto se recomienda encarecidamente que el aforo se mantenga a un 50% de su capacidad o menos, un límite similar al del nivel naranja.

Algunos recintos pueden incrementar su capacidad incluso más si todos los asistentes están completamente vacunados o presentan resultados negativos de la prueba COVID-19. Los establecimientos también pueden crear secciones para uso exclusivo de personas vacunadas, aunque el uso de mascarilla seguirá siendo obligatorio.

La vacunación permitirá que personas de hasta seis hogares diferentes puedan reunirse en el interior de un bar, si ya ha pasado más de dos semanas desde que se inyectaron su segunda dosis contra COVID-19.

Para quienes necesiten una prueba COVID-19 negativa para poder acceder a un evento, la prueba PCR deberá realizarse dentro de las 72 horas previas al inicio y las de antígenos, 24 horas.