Los retos de las seis mujeres que gobernarán México muy pronto
Son seis mujeres que serán gobernadoras tras el triunfo en las pasadas elecciones intermedias del 6 de junio en México: María del Pilar Avila, en Baja California; Layda Sansores en Campeche; Indira Vizcaino en Colima; Mariana Campos, en Chihuahua; Evelyn Salgado en Guerrero y Lorena Cuéllar en Tlaxcala.
MEXICO.- Gobernarán territorios peleados por el crimen organizado; fronteras en el norte y en el sur del país; zonas pobres entre los pobres y regiones al borde del narco gobierno o inmerso en él; entre feminicidios y degollados, migrantes de paso, rezagados, expulsados… y, en todo caso, estados que pusieron su fe en una mujer y votaron por ellas.
Son seis mujeres que serán muy pronto gobernadoras tras el triunfo en las pasadas elecciones del 6 de junio: María del Pilar Avila, en Baja California; Layda Sansores en Campeche; Indira Vizcaino en Colima; Mariana Campos, en Chihuahua; Evelyn Salgado en Guerrero y Lorena Cuéllar en Tlaxcala.
Su arribo al poder en bloque de género costó 68 años desde la aprobación del voto femenino en el país y 42 desde la primera gobernadora electa en el estado de Colima, en 1979. Les preceden nueve más, sin embargo, es la primera vez que llegan como mandatarias estatales al mismo tiempo por la vía democrática a punta de leyes que obligaron a los partidos a ponerlas al frente.
Ahora, a un paso de tomar el poder, estarán en el ojo de la crítica que no será condescendiente. Ni por parte de las mujeres ni por parte de los hombres porque las unas esperan respuestas a las agendas y problemáticas femeninas; los otros, para pelear a futuro en otras contiendas.
Ellas mismas están conscientes de su condición: “Tenemos que impulsar una agenda feminista entre gobernadoras y hacerla mucho más amplia: hablemos de una agenda por la igualdad”, dijo Indira Vizcaíno, al confirmarse su triunfo en Colima. Y se echó arriba algo más:
“La lucha feminista también incluye la lucha por las minorías, los derechos indígenas, derechos humanos. Nosotras tenemos esa sensibilidad y creo que podemos impulsarlo juntas desde nuestros propios Estados”.
A las expectativas feministas se suman complejas realidades como la violencia. En Baja California, donde se amotinan traficantes de todo tipo, peleas de territorio, enfrentamientos entre bandas y crímenes de todo tipo, ganó María del Pilar Avila, de 34 años, la más joven de ellas.
“Enfrentará enormes retos, entre ellos, uno de los más añejos que es la inseguridad”, advirtió el investigador del Colegio de la Frontera Norte, Víctor Espinoza.
Hace semanas, impactó en Tijuana el homicidio a golpes de dos menores, un niño de cinco años y una niña de ocho cuyos cuerpos estuvieron a punto de ser quemados por una deuda del padre de los menores al crimen organizado.
Delitos similares ocurren en el estado de Guerrero, donde ganó Evelyn Salgado, hija de Felix Salgado, a quien el Instituto Nacional Electoral (INE) le quitó la candidatura de Morena por no reportar gastos de campaña tras un escándalo por acusaciones de violación sexual a mujeres. En su lugar, el partido decidió reemplazarlo por consanguinidad.
A Evelyn Salgado (Iguala, 1982) la persigue la sombra de su esposo Alfredo Alonso Bustamante, hijo del empresario Joaquín Alonso Piedra, conocido como “El Abulón” o “El Señor de los fierros” quien, según el portal de noticias Emeequis, fue señalado por operar la finanzas de Clara Elena Laborín, esposa de Héctor Beltrán Leyva, integrante del cártel de los Beltrán Leyva.
De acuerdo con los indicadores de la OCDE y del Inegi, Guerrero tiene encima también otros problemas profundos: ocupa el último lugar de los estados del país en esperanza de vida al nacer (73.2%) y en tasa de habitaciones por persona (0.7%). Está en el penúltimo lugar en viviendas con acceso a servicios básicos (66.3%) y en educación se ubica en el lugar 27 entre los 32 estados.
Del otro lado del país hacia el norte, Mariana Campos, la ganadora en el estado de Chihuahua por la coalición PRI,PAN, PRD y ex alcaldesa de la capital, alzará su voz en la entidad que ha sido símbolo de la violencia en contra de las mujeres desde los feminicidios de Juárez y hasta fechas recientes en el que la fiscalía busca a un posible asesino serial que ha degollado a cuatro de ellas.
“Me siento altamente comprometida con las mujeres de poder demostrar que no estamos aquí por una paridad ni equidad de género, sino porque hemos logrado capacitarnos para pelear con hombres en las candidaturas”, dijo Campos después de que las tendencias le dieron un triunfo, en alusión a la forma en que las mujeres llegaron a posicionarse.
Hasta antes de 2014, sólo una que otra mujer llegaba a ser gobernadora y más como símbolo de equidad que como una asunto de méritos o justicia, pero ese año se incluyó en la constitución la obligación a los partidos de garantizarles sus derechos políticos. No por voluntad en éstos, sino por sentencias en los tribunales que crearon jurisprudencia.
Todavía a finales del año pasado, el INE tuvo que ordenar a los partidos incluir por lo menos a siete mujeres de sus 15 candidatos a gobernador y la medida provocó impugnaciones por parte del PAN y Morena que consideraron la medida como una intromisión, pero la orden siguió en pie. Finalmente, de las seis gobernadoras, cuatro son de Morena y dos de las coaliciones PAN, PRI, PRD.
“En el pasado se decía que las mujeres no garantizaban votos, por lo tanto, no se ponían en cargos de elección, mucho menos si se trataba de gubernaturas; el pretexto siempre fue una excusa machista”, dice Lucía Lagunes, de la Agencia de Información Feminista CIMAC.
Para las gobernadoras están también pendientes peleas respecto a los derechos reproductivos de la mujer. En ninguno de los estados donde las mujeres ganaron las gubernaturas se permite el aborto. En Campeche, por ejemplo, previo a la victoria de Layda Sansores, senadora y empresaria, el congreso conservador impuso una ley que considera al óvulo como ser humano para así evitar algún intento de legislación a favor del aborto.
En Tlaxcala, Lorena Cuellar de 59 años, tendrá por su parte un desafío de género muy particular al encabezar en los próximos años al estado considerado como uno de los epicentros de la trata de personas para la explotación. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos indicó en 2018 que hasta 70,000 niños y niñas son sometidos a explotación sexual en el país y el céntrico estado es cuna de muchas de esas mafias.
Seguir Leyendo: La reforma laboral que quiere EE.UU. aprieta a México