Patrulla Fronteriza arresta a más de 11,000 inmigrantes en más de 700 casas de seguridad

En Texas se ubica la mayoría de los espacios donde los "coyotes" esconden a los no-ciudadanos, a quienes mantienen encerrados durante días con poco alimento, sentados en el piso y con un solo baño para decenas de personas

Los inmigrantes describen como "un infierno", las casas donde son escondidos durante días.

Los inmigrantes describen como "un infierno", las casas donde son escondidos durante días. Crédito: Cortesía | CBP

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha arrestado a más de 11,000 inmigrantes indocumentados que estaban escondidos en más de 700 casas de seguridad en la frontera con México, la gran mayoría en Texas, desde que comenzó el presente año fiscal 2021.

De acuerdo a cifras proporcionadas a Efe por CBP, desde octubre pasado y hasta junio se han detectado 753 casas de seguridad a lo largo de la frontera, donde se han encontrado 11,600 migrantes.

Gran parte de estas casas de seguridad se han encontrado en la frontera de Texas en el Sector del Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza, donde se han ubicado 320 viviendas controladas por los “coyotes” donde los migrantes aguardan hasta el momento de poder ir viajar el punto final de su camino.

CBP dijo no tener cifras disponibles del número de casas de seguridad descubiertas el pasado año fiscal, por lo cual no se puede saber si el descubrimiento de estas viviendas acompaña al aumento del flujo migratorio registrado en la frontera en los últimos meses.

La frontera de Texas se ha convertido en el punto principal de cruce de indocumentados y solicitantes de asilo en los últimos meses, por lo que no sorprende el alto índice de descubrimientos de casas de seguridad en esta región.

La agencia federal asegura que, después de caminar por días, los traficantes tratan de llevar el mayor número posible de migrantes dentro de casas de seguridad, donde los mantienen encerrados en espera de continuar viaje.

Un “infierno”

La ventanas son tapadas, por lo que los migrantes se encuentran frecuentemente en la oscuridad y con poca ventilación.

Mario, un inmigrante indocumentado de origen mexicano y quien pidió a Efe no utilizar su apellido, asegura haber pasado cinco días dentro de una casa de seguridad en Texas el mes pasado, experiencia que calificó de “infierno”.

Fueron días terribles. Éramos como 25 hombres, todos dentro de una misma casa. Nos dijeron que no podíamos hacer ruido porque podríamos llamar la atención y ‘La Migra’ nos podría detener”, relató el migrante.

Asegura que la vivienda carecía de agua potable y que al día solo les daban un galón de agua, que debían compartir entre todos. La comida también era mínima, y en cinco días solo tres veces les dieron pan, galletas y tacos de frijoles.

Para complicar la situación, el lugar se encontraba lleno de basura, el olor del baño era insoportable y la casa carecía de muebles, por lo que debían permanecer sentados o acostados en el piso.

“Sabes que tu vida está en sus manos (de los coyotes), vives en un completo temor, primero de que Patrulla Fronteriza te pueda detener y enviar de regreso y también temes que los traficantes te puedan matar si protestas o reclamas algo”, dijo.

Mario asegura que muchos migrantes, especialmente hombres que viajan solos, no tienen casi otra opción más que ponerse en manos de los “coyotes” e ir a casas de seguridad debido a que sigue vigente el Título 42.

Esta medida de emergencia sanitaria por la covid-19 permite a los agentes expulsar de inmediato a los inmigrantes que son detenidos en la frontera a excepción de familias con niños pequeños y menores no acompañados de alguno de sus progenitores o tutor legal.

Los riesgos

Pero las casas de seguridad acarrean más riesgos y algunos migrantes son obligados a permanecer en estos lugares hasta que pagan por completo su “viaje”, el cual puede ser de varios miles de dólares.

En algunas ocasiones les quitan identificaciones, dinero e inclusive los despojan de sus zapatos como una forma para tratar de evitar que intenten escapar.

Bill Waybourn, alguacil del condado de Tarrant, en Texas, dijo a Efe que las casas de seguridad es solo uno de muchos problemas que las comunidades texanas están enfrentando ante el incremento en el flujo migratorio y que desde el pasado mes de febrero los decomisos de droga, especialmente el fentanilo, han aumentado en el estado.

Waybourn, quien estuvo presente durante la reciente visita del pasado expresidente Donald Trump a la frontera de Texas con México, asegura que lo que está pasando actualmente en la frontera afecta la seguridad de toda la nación.

Por eso la cooperación entre las autoridades locales y la Patrulla Fronteriza está siendo vital para descubrir la mayoría de las casas de seguridad.

Por ejemplo, el pasado 22 de junio la Patrulla Fronteriza informó del descubrimiento de seis casas de seguridad en conjunto con el Departamento de Policía de Laredo.

En estas viviendas se detuvieron a 145 indocumentados provenientes de México, Guatemala y Nicaragua que buscaban alcanzar el “sueño americano”, pero todo se disipó en una casa de seguridad llena de peligros.

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