Así fue la trayectoria del actor Alfonso Zayas, rey de la taquilla y el albur

Aunque con chistes simplones y escenas subidas de tono se convirtió en ídolo de multitudes, fue la comedia familiar en la que primero triunfó

Así fue la trayectoria del actor Alfonso Zayas, rey de la taquilla y el albur.

Así fue la trayectoria del actor Alfonso Zayas, rey de la taquilla y el albur. Crédito: Archivo/ Diego Gallegos | Agencia Reforma

Alfonso Zayas murió a los 80 años en Ciudad de México y con ello, el albur y la comedia picaresca perdieron a su héroe, ese que resultó ser la envidia de millones de mexicanos.

Alfonso Zayas, emblema del cachondeo en cine y seductor hilarante por naturaleza, se adueñó de la taquilla de los 80, con tramas y elencos que para muchos fueron poco respetables.

Sus títulos dominaron un tiempo en el que el humor desenfrenado y desnudos a la ligera dieron hartas ganancias a sus productores. Zayas perteneció a ese nicho de actores que se disputaba a las sex symbols del momento.

Lalo “El Mimo”, Rafael Inclán, “El Caballo” Rojas, Luis de Alba, “El Flaco” Ibáñez y hasta Polo Polo fueron otros muy cotizados. Zayas se impuso. Sus mismos compañeros lo reconocieron como “rey del humor”.

Aunque con chistes simplones y escenas subidas de tono se convirtió en ídolo de multitudes, fue la comedia familiar en la que primero triunfó.

Habían pasado unos años de cortas apariciones en cintas sesenteras cuando al final de esa década y a lo largo de los 70 se mantuvo con un éxito en TV: “La Criada Bien Criada”. Ahí era “El Tacho”, que junto a su inolvidable Chata (María Victoria) y “El Motorcito” (Borolas), formó el trío más exitoso en TV.

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Esto se repitió en pantalla grande junto a “La India” María, antes de dar sus primeros guiños “sensualoides” en “Noches de Cabaret” y “Las Cariñosas”, casi al término de los 70.

Los años siguientes trajeron sus cartas fuertes, apostando por él Gilberto Martínez Solares, realizador de cabecera de Tin Tan, y dirigido en otras por Víctor Manuel “El Güero” Castro, bajo la producción de Guillermo Calderón, impulsor de ese cine.

“Yo era su Tintancito, decía”, recordó alguna vez las palabras del director. Ver a Zayas vestido de mujer de forma estrafalaria en “Hilario Cortés, el Rey del Talón” (1980), fue motivo de risa. Ahí comenzaron sus aciertos.

Tan solo con “La Pulquería 1”, “La Pulquería 2”, “El Vecindario” y “El Ratero de la Vecindad”, más sus posteriores secuelas -porque la taquilla mandaba- el actor se perfiló como el que más ganancias dejaba.

De ahí que para las surrealistas escenas de cama, que tenían todo… menos erotismo fino, le eligieron a los cuerpos y las más bellas del momento.

Aunque no con todas se acostó, hizo que sus fans disfrutaran con él mientras en el agasajo fílmico le acompañaban Angélica Chaín, Lina Santos, Maribel Guardia, Isaura Espinoza, Hilda Aguirre, Ana Luisa Peluffo, Sasha Montenegro, Rebeca Silva, Lorena Herrera, Anaís de Melo y Rubí Re. Todas “encamables”.

Hasta las vedettes, que ya eran requeridas para este cine, se rindieron ante Zayas.

Rossy Mendoza, Lyn May, Grace Renat, La Princesa Lea, Wanda Seux, Jeanette Mass y Gloriella, mostraron sus turgentes bustos y hasta algo más, ya fuera en la cama o en bailes sensuales.

Los taquillazos continuaron con “El Día del Compadre”, “Las Modelos de Desnudos”, “Entre Ficheras Anda el Diablo”, “Las Vedettes”, “Macho que Ladra no Muerde”, “El Día de los Albañiles”, “Esta Noche Cena Pancho”, “Tres Mexicanos Ardientes”, “Los Verduleros”, “Los Plomeros y las Ficheras” y “Dos Camioneros con Suerte”.

El comediante recordaba al pueblo al rendir un sencillo homenaje a esos verduleros, camioneros, albañiles, lancheros y plomeros, entre otros oficios que realizaba para armar sus chistes, ligues y acostones.

Pasado el furor de este cine comercial, el cómico siguió dando batalla con decenas de videohomes, mercado que aún le dejó jugosas ganancias en los 90 y parte del siguiente siglo.

Alfonso Zayas no habrá ganado un título respetable de primer actor, ni será recordado por actuaciones sublimes… aunque sí subliminales y llenas de risa loca, pues gracias a su carisma y tácticas para ligar, es considerado ícono de la comicidad.

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Lorena Herrera lyn-may Maribel Guardia
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