Por qué sigo recibiendo infracciones de un auto usado que vendí
Cuando vendemos un auto, muchas veces, el proceso no culmina con la entrega y debemos asegurarnos de que estamos libres de toda responsabilidad sobre el vehículo
Tal como sucede cuando eres comprador, vender un auto usado es un proceso que exige mucho cuidado y dedicación para que llegue a buen término. Siendo vendedor tienes la tarea de iniciar el proceso con un paso extremamente importante: realizar el aviso de transferencia o liberación de responsabilidad ante el Departamento de Vehículo Motorizado (DMV) correspondiente, en otras palabras, dar de baja al vehículo. Este trámite debe llevarse a cabo en los primeros días luego de la venta, asegurándote de que el comprador le dé continuidad para que se haga efectivo, de lo contrario, no solo seguirás asociado al vehículo que vendiste, sino que, ante las autoridades, tendrás responsabilidad sobre él y sobre las infracciones o delitos que se cometan con él.
El aviso de transferencia es tan necesario para el vendedor como para el comprador porque asigna la responsabilidad del auto a quien debe tenerla y facilita al comprador los procesos de renovación de permisos, registros y otros trámites ante el DMV en el futuro. Además, genera confianza en torno a la venta del auto y respalda las credenciales del vendedor, sobre todo si el proceso se está llevando a cabo directamente, sin intermediarios.
Hacer el aviso de transferencia de título suele ser un proceso sumamente sencillo que solo exige llamar o dirigirte a una oficina del DMV para solicitar el formulario correspondiente y recopilar los documentos necesarios:
1. Número de matrícula del vehículo que está siendo vendido.
2. Descripción del vehículo: marca, modelo, color y año.
3. Número de identificación del vehículo (VIN).
4. Fecha de la venta o transferencia de título.
5. Kilometraje al momento de la transferencia.
6. Nombre e información de contacto del nuevo propietario.
7. Nombre e información de contacto del vendedor.
Una vez se realice la solicitud y el comprador culmine el trámite, quedarás exento de todo lo que suceda con el vehículo de ahora en adelante, desde multas por exceso de velocidad o daños a la propiedad privada hasta lesiones causadas a otras personas en accidentes donde el vehículo esté involucrado, situaciones de las cuales podrías salir airoso, pero cuya solución implicaría tiempo y dinero.
Según Autofact, cuando no se lleva a cabo este proceso, es probable que también te veas afectado en cuanto a lo fiscal en el futuro. Solicitar créditos, becas o ayudas, cuando hay un bien que aún permanece bajo tu nombre sin que seas el beneficiario, podría impedir que seas elegible para cualquiera de estos beneficios.
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