Más de 10 millones de estadounidenses perderán las prestaciones de desempleo a partir del 6 de septiembre
Más de la mitad de los estados suspendieron el pago de los beneficios por desempleo federal al afirmar que las prestaciones han desanimado a los trabajadores para aceptar un nuevo puestos de trabajo
Los salarios bajos, la falta de guarderías y el temor de contraer COVID-19 está evitando que los trabajadores puedan encontrar un nuevo empleo. Crédito: PATRICK T. FALLON | AFP / Getty Images
Hace un año cerca de 32 millones de personas estaban solicitando las prestaciones por desempleo después de haber perdido su trabajo por la pandemia de coronavirus. Desde entonces y hasta el mes de julio esa cifra se ha reducido a unos 13 millones de personas.
De acuerdo a los datos, cerca de 10 millones de trabajadores desempleados continúan reclamando las prestaciones de desempleo de los programas Asistencia de Desempleo por Pandemia (PUA) y de la Compensación de Emergencia por Desempleo en Caso de Pandemia (PEUC) y que el próximo 6 de septiembre perderán sus pagos semanales cuando los programas federales expiren dejando a los beneficiarios sin ingresos.
A mediados de julio del 2020 la pandemia de coronavirus provocó que más de 30 millones de personas solicitaron las prestaciones de desempleo. Hasta hace dos semanas el número total de personas que declararon estar recibiendo las prestaciones se había reducido a más de la mitad hasta los 13.2 millones de personas.
Cuando la pandemia llegó a Estados Unidos en marzo de 2020, el Congreso aprobó rápidamente la Ley CARES, que modificó cambios importantes del seguro de desempleo. Las decenas de millones de personas que perdieron sus empleos se beneficiaron de los nuevos programas federales.
El PUA proporciona beneficios de desempleo a las personas que trabajan por su propia cuenta, que buscan empleo a tiempo parcial, o que de otra manera no calificarían para la compensación de desempleo regular. Por su parte la PEUC ha permitido recibir una compensación por desempleo y una cobertura adicional proporcionando hasta $300 dólares del gobierno federal.
Sin embargo, más de la mitad de los estados de los cuales están dirigidos por republicanos, suspendieron el pago de las prestaciones federales por desempleo argumentando que los programas estaban provocando escasez de trabajo y evitando que las personas se reincorporen a la economía.
Un informe de la Comisión Económica Mixta del Congreso señala que el recorte anticipado de las prestaciones por desempleo podría costar a las economías locales más de $13,000 millones de dólares.
El fin de las prestaciones por desempleo se suma a la moratoria de desalojo que los CDC decidieron ampliar este miércoles hasta el mes de octubre, cuyo programa ha tenido retrasos en la distribución de los más de $45,000 millones de dólares.
Se espera que la eliminación de las prestaciones federales provocarán un aumento de los desahucios y la pérdida de viviendas en los diferentes estados en donde los beneficios han concluido de manera anticipada.
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