Hispano que mató a sangre fría demanda para que un pastor le ponga las manos encima durante su ejecución en Texas

John Henry Ramírez, de 37 años, ha sido programado para ser ejecutado en Texas el próximo 8 de septiembre por haber apuñalado de muerte al encargado de una tienda en Corpus Christi en el 2004 durante un robo donde solamente se pudo robar $1.25

John Henry Ramírez, de 37 años, ha sido programado para ser ejecutado en Texas.

John Henry Ramírez, de 37 años, ha sido programado para ser ejecutado en Texas. Crédito: Departamento Criminal de Justicia de Texas | Cortesía

TEXAS – Un prisionero condenado a muerte ha entablado una demanda contra el sistema de prisiones en Texas por no permitirle que en el día de su ejecución su pastor le ponga las manos sobre su cuerpo mientras que le aplican la inyección letal.

John Henry Ramírez, de 37 años, ha sido programado para ser ejecutado en Texas el próximo 8 de septiembre, pero los abogados que lo representan entablaron una demanda en Corpus Christi, Texas en contra de oficiales del sistema de prisiones, quienes le han negado su petición de poder tener presente a su pastor para que le ponga las manos sobre su cuerpo mientras que muere.

La demanda le pide al juez federal permitirle al pastor Dana Moore de la Iglesia Second Baptist, quien lidera una congregación en Corpus Christi de aproximadamente 200 personas, estar presente en la cámara de muerte durante la ejecución y poner sus manos sobre Ramírez mientras que muere.

La demanda explica que Moore ha sido el pastor de Ramírez por más de cinco años.

Oficiales del Departamento de Justicia Criminal de Texas no han comentado sobre la demanda.

Ramírez fue condenado a muerte por haber asesinado a Pablo Castro, de 45 años, durante un robo en una tienda de Corpus Christi en el 2004. Castro estaba encargado de la tienda cuando fue atacado por Ramírez, durante el robo Ramírez apuñaló varias veces a Castro antes de robarse el dinero que había en la caja registradora. Castro murió en la escena y Ramírez solamente pudo quedarse con $1.25, lo que había en la caja registradora.

La ejecución de Ramírez ya se ha reprogramado dos veces, en el 2017 para que consiguiera un nuevo abogado y en septiembre del año pasado por la pandemia del COVID-19.

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