Qué es el récord de conducción en Estados Unidos y cómo puedo verificar el mío

En Estados Unidos, el registro de conducción o historial de manejo es un documento muy importante porque describe el desempeño de los conductores desde que sus privilegios fueron concedidos. El Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) de cada estado tiene dominio sobre esta información que, además, es pública, ya que puede ser solicitada por otras autoridades o por el mismo conductor cada vez que desee verificar el estatus de su licencia de conducir. En él no solo están registrados los datos personales habituales como nombre, sexo y dirección, sino también todas las especificaciones relacionadas con la licencia como documento: número, clasificación, estado donde es válida, fecha de expedición y fecha de vencimiento.

Por otra parte, este documento también dispone todo lo relacionado con las infracciones o delitos que se han cometido desde que la primera solicitud de licencia se hizo efectiva: puntos por infracción, multas o condenas por conducir bajo los efectos de drogas o alcohol o por violar límites de velocidad. Por último, el récord de conducción también ofrece el estatus de la licencia de conducir, la cual puede ser válida o estar vencida, suspendida o revocada de acuerdo a lo que se haya cometido.

Este último punto es el más interesante porque le da la posibilidad a las personas de vigilar sus privilegios. En el país cada conductor puede tener acceso a esta información de distintas maneras, donde la más confiable es hacerlo a través del DMV local, dirigiéndose a una oficina o haciendo la solicitud formal a través del correo. El trámite implica el pago de una tarifa que puede variar entre los $2 y $25, ya que se trata de un documento oficial avalado por esta agencia y no es el mismo que puede obtenerse usando los servicios en línea en algunos estados.

Contrario a lo que se cree, los récord de conducción no ofrecen información sobre antecedentes penales, tampoco sobre delitos que no se hayan cometido en movimiento, es decir, operando un automóvil. Las aseguradoras también pueden ofrecer este tipo de información, al igual que algunos proveedores externos, pero estas dos formas suelen tener sus desventajas: la primera arroja un informe no oficial y la segunda suele estar asociada a estafa o a una tarifa muchísimo más costosa que la que puede pagarse en el DMV.

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