Prevención de la salmonella: medidas básicas de higiene en la cocina

Diez medidas básicas a seguir que te ayudarán a evitar una infección por Salmonella, una bacteria que causa más enfermedades transmitidas por los alimentos que cualquier otra en Estados Unidos

Carne de pollo cruda-

El pollo es una de las fuentes más importantes de enfermedad por Salmonella.  Crédito: Julia Filirovska | Pexels

La Salmonella es una bacteria que puede causarte una infección que en algunas personas puede resultar grave. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que la Salmonella causa alrededor de 1.35 millones de infecciones, 26,500 hospitalizaciones y 420 muertes en los Estados Unidos cada año. La comida es la fuente de la mayoría de estas enfermedades.

La Salmonella causa más enfermedades transmitidas por los alimentos que cualquier otra bacteria. La Salmonella puede encontrarse en una variedad de alimentos como el pollo, res, cerdo, huevos, frutas, verduras e incluso alimentos procesados.

La salmonelosis es más común en temporadas de calor, el clima cálido y los alimentos no refrigerados crean las condiciones ideales para que crezca la Salmonella.

Cómo evitar una infección por Salmonella

1. Lava tus manos con agua y jabón antes y después de manipular alimentos, especialmente después de tocar huevos, carnes rojas, pollo, pavo, pescados y mariscos, así como los jugos de estos productos.

2. Lava con agua caliente y jabón todos los utensilios y encimeras que estuvieron en contacto con huevos, carnes (roja o blanca), pescados y mariscos.

3. No laves los huevos ni la carne cruda antes de cocinarlos, al hacerlo puede propagar gérmenes a otros alimentos, utensilios y superficies.

4. Separa los huevos, carnes y mariscos de otros alimentos desde otros alimentos cuando los compres y al refrigerarlos. Cuando compres la carne, colócala en una bolsa de plástico para evitar que sus jugos contaminen otros alimentos.

5. Refrigera los huevos en su caja original, colócalos en la parte principal del refrigerador, no en la puerta.

6. Evita que los alimentos listos para comer estén en contacto con carne cruda. Tampoco los coloques en platos o superficies donde antes colocaste huevos, carne cruda o sus jugos. Usa tablas de cortar separadas para las carnes crudas.

7. Cocina bien carne, pescado y huevos. Cocina los huevos hasta que las yemas y las claras estén firmes. Usar un termómetro de alimentos te ayuda a asegurarte que los alimentos se cocinen a una temperatura interna segura: la temperatura de la carne roja debe alcanzar los 145 ° F  y reposar durante 3 minutos antes de cortarla o comerla; 145 ° F para pescado o hasta que la carne esté opaca y 160 ° F para carne molida.

8. Calienta las carnes frías y las salchichas antes de comerlas a una temperatura interna de 165 ° F o hasta que estén muy calientes antes.

9. Asegúrate de que tu refrigerador enfríe a 40 ° F o menos. La temperatura ideal del congelador es inferior a 0 ° F.

10. Enfría las sobras rápidamente y no dejes los alimentos perecederos fuera de la refrigeración por más de 2 horas o dentro de 1 hora si el clima es cálido (de 90 °F o más). Las bacterias pueden multiplicarse rápidamente a temperatura ambiente o en la “Zona de peligro” (entre 40 ° F y 140 ° F).

Seguir estas recomendaciones ayuda a prevenir una infección por Salmonella que puede ser peligrosa para los niños menores de 5 años, los adultos de 65 años o más y las personas con sistemas inmunitarios debilitados.

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