Cronología de los minutos de horror del festival Astroworld que terminaron en tragedia

Cuando el rapero Travis Scott emergió de la oscuridad hacia el escenario el pasado viernes 5 de noviembre frente a decenas de miles de espectadores, lo que comenzaba era más que un concierto, una tragedia que se tornó fatal.

Entre los presentes, la emoción se hizo presente, haciendo que intentaran acercarse lo más que fuera posible a su ídolo, pero quienes estaban adelante sintieron tal presión en su cuerpo que comenzaron a empujar hacia atrás y la tensión se elevó, y provocó las primeras peleas.

El artista pasó 70 minutos sobre el escenario, tiempo que se relata de muchas formas dependiendo del sitio en que haya estado quien cuente su historia, pero el común denominador de la misma es la muerte de al menos nueve víctimas al momento.

Las puertas abrieron

Las puertas del festival se abrieron unas siete horas antes de ese concierto. Se agotaron las entradas, lo que permite saber que los espectadores eran alrededor de 50,000. Se anticipaba el desenfreno que provocaba el evento, porque los detectores de metales cayeron con el ímpetu de los primeros en entrar.

Travis Scott, fundador del festival, era el más esperado, y se asomó al escenario alrededor de las 8:30 de la noche, tras una cuenta regresiva que intensificaba poco a poco la fuerza con que la multitud se agolpaba.

Los conciertos de este músico se caracterizan por tener asistentes más agresivos que activos, haciendo slam. Pero lo de esa noche era otra cosa: la lucha por abrir espacios de baile y golpes cambió por la lucha por seguir respirando, ante olas de gente comprimida y otros que no se habían dado cuenta todavía de lo que estaba pasando.

El pánico empezó

Algunos asistentes que llevaban silbatos comenzaron a sonarlos; otros, los que pudieron, se fueron alejando de la multitud. Con menos suerte, narran, algunos pudieron ver al menos a una persona tirada en el suelo, pisoteada, con los ojos en blanco.

Los policías advertían que el peligro era inminente, pero tampoco lograban descifrar con claridad lo que pasaba. Había 503, y por sus radios comenzaron las indicaciones de que se quedaran en grupos de al menos 10 policías juntos ante lo que estaba pasando.

Luego, de la radio, alguien alertó que la gente que lograba salir de la multitud se quejaba de dificultades para respirar.

El set de Scott llevaba 28 minutos cuando entre la multitud se abría paso un carrito de golf con luces de emergencia. El rapero lo notó y solo dijo “Guau”. Luego llamó al público a alzar las manos para seguir con su show.

Dos minutos después, dijo el jefe de policía de Houston, Troy Finner, que notaron que entre el público algunas personas estaban cayendo.

Una mujer pudo alertar a un camarógrafo en una plataforma que una persona estaba “muriendo” y pidió que el concierto parara, pero siguió. Según los abogados de Scott, aunque este estaba al frente, no supo de las muertes hasta que terminó el concierto, pues tenía frente a sí luces y teléfonos brillantes que no le permitían distinguir con claridad.

A 40 minutos de concierto, cuando el show siguió a pesar de que la promotora Live Nation había acordado frenar el festival porque había al menos cuatro personas sin pulso recibiendo atención, Scott pidió ayuda para alguien que, dijo, estaba inconsciente “aquí enfrente”.

El concierto siguió, y 52 minutos después de comenzado, vino una nueva ola motivada por la aparición del rapero Drake. Juntos en el escenario por 14 minutos, ambos cantaron sin saber, afirman, que la tragedia seguía creciendo. Luego, Scott cantó una última canción antes de despedirse.

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