Dos hombres de Florida admiten haber producido pornografía infantil con menores de 10 años
Gracias a dos agentes encubiertos del FBI se pudo descubrir la red organizada que habían montado para captar niños por todo el estado
La policía de Inglewood continúa con las investigaciones del tiroteo. Crédito: Shutterstock
Nuevo golpe a la pornografía infantil en Florida. Esta vez dos hombres se declararon culpables de haber producido y distribuido imágenes de contenido sexual con menores.
Los acusados son Michael J. McClure, de 44 años, y Jeffrey W. Boone Jr., de 32. Aunque ambos están relacionados por lo mismo, la corte de Estados Unidos ha tratado ambos casos por separado y las acusaciones fueron dictadas de forma independiente por un gran jurado en Pensacola.
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Todo empezó cuando un agente encubierto de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) comprobó que McClure está distribuyendo imágenes de pornografía infantil en línea a través de una plataforma de redes sociales. Según los reportes policiales, McClure estaba produciendo pornografía con un menor de 10 años.
Durante su declaración de culpabilidad, el hombre admitió haber participado en una empresa de explotación infantil que intentaba captar menores por todo el país. De acuerdo a los documentos judiciales, el acusado había participado de esta actividad desde 2020 hasta 2021.
“No hay mayor cargo que la protección de nuestros niños. Los actos de tal depravación son horribles y serán investigados y procesados. Nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley son dignos de elogio por los esfuerzos y de colaboración que resultaron en el rescato de los niños”, dijo Jason R. Coody, Fiscal Federal Interino para el Distrito Norte de Florida.
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Otro agente encubierto del FBI fue testigo de la participación de Boone en un crimen similar. También utilizó las redes sociales para distribuir imágenes de pornografía infantil que estaba creando en tiempo real.
La víctima también tenía menos de 10 años. Las fuerzas del orden pudieron identificar de inmediato a Boone y ejecutar una orden de registro en su residencia para detener la actividad ilegal.
Está previsto que ambos sean sentenciados en enero de 2022. McClure se enfrenta a una sentencia mínima obligatoria de 20 años hasta cadena perpetua. Boone podría estar privado de libertad entre 15 y 30 años.
