COVID-19: Desde este lunes, viajeros internacionales que lleguen a Los Ángeles deberán presentar prueba negativa de 24 horas
La regla aplica a todos los viajeros procedentes del extranjero sin importar su nacionalidad y estado de vacunación; en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles se aplican pruebas rápidas gratuitas a pasajeros que las soliciten
En el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles hay módulos que ofrecen pruebas rápidas COVID gratuitas. Crédito: Mario Tama | Getty Images
A partir de este lunes, viajeros procedentes de destinos internacionales que lleguen a Los Ángeles deberán mostrar una prueba negativa de COVID-19 realizada un día antes de su vuelo.
Esta medida forma parte de las decisiones de la administración del presidente Joe Biden para intentar frenar la propagación de la variante Ómicron del virus SARS CoV-2 previo a la temporada invernal.
La regla aplica tanto para turistas que entren al país por la Terminal Internacional Tom Bradley, como para residentes de los Estados Unidos que regresen del extranjero.
Anteriormente, la norma requería que los viajeros internacionales tuvieran una prueba negativa de coronavirus dentro de los tres días anteriores a su ingreso a los Estados Unidos, regla que se ha ajustado a realizarse dentro de las 24 horas previas a su viaje.
Este requisito debe presentarse por todas las personas, independientemente de su nacionalidad o estado de vacunación.
Hace dos semanas, el gobierno de Joe Biden anunció la prohibición de viajar desde ocho países localizados en el sur de África, donde la variante Ómicron se ha extendido de forma rápida.
El Aeropuerto Internacional de Los Ángeles instaló un sitio que ofrece pruebas rápidas en la Terminal Tom Bradley para los pasajeros procedentes del extranjero. Las pruebas son gratuitas y únicamente se practican a los pasajeros que las soliciten de forma voluntaria.
Después de su llegada a los Estados Unidos, las pruebas ya no son obligatorias, aunque las personas que voluntariamente acepten realizarse el examen y dan negativo, reciben un kit personal para practicarse en casa una nueva prueba cinco días después.
La medida es una preocupación para residentes de los Estados Unidos que viajan al extranjero por motivos de trabajo o de vacaciones, porque tendrán que buscar los lugares donde puedan realizarse las pruebas y posiblemente con altos costos.
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